
La empresa de renovables le meterá un buen gol a la hacienda pública. Se ampara en el régimen de consolidación fiscal para ahorrarse unos 16 millones anuales.
Saeta Yield, la empresa de renovables bautizada así en homenaje al as del balón Alfredo di Stefano, le meterá un buen gol a la hacienda pública. La compañía, participada en un 43 por ciento por ACS, no tendrá que pagar el impuesto de sociedades desde 2016 hasta el año 2021, tal y como reconoce la propia empresa en sus resultados anuales.
La decisión de la compañía se ampara en el llamado régimen de consolidación fiscal. Saeta explica que probablemente tendrá que desembolsar las cantidades relativas al impuesto sobre producción eléctrica en el corto plazo, pero posteriormente recuperará estos pagos, que suponen unos 16 millones de euros anuales.
La compañía de renovables, no obstante, se cura en salud y asegura en su folleto de salida a bolsa que esta previsión puede tener efectos adversos si finalmente no se logra cumplir ya que podría verse afectado el nivel de liquidez de la compañía.
Según fuentes consultadas por este diario, si este hecho se produjera, y Saeta tuviese que hacer frente al pago del impuesto de sociedades, podría verse forzada a recortar el dividendo, uno de sus principales atractivos en bolsa.
Por otro lado, la filial de renovables ha visto como el precio de su cotización se ha ido reduciendo a lo largo de los primeros días a pesar de que el presidente de ACS, Florentino Pérez, consideró que la colocación recibió el apoyo del mercado. Algunos de los que comenzaron siendo accionistas de referencia han reducido rápidamente sus posiciones. Entre los que han bajado su participación resulta especialmente destacado el caso de Morgan Stanley que comunicó una presencia a la Comisión Nacional del Mercado de Valores del 4,63 por ciento el 19 de febrero y tan sólo un día después la redujo al 2,8 por ciento.
La compañía que comenzó a cotizar en bolsa el pasado 16 de febrero a un precio de 10,45 euros ha reducido su valor hasta los 9,90 euros por título.
Saeta registró un beneficio de explotación (Ebit) de más de 100 millones de euros. El importe neto de la cifra de negocios ascendió a 215,9 millones de euros, mientras que el endeudamiento total de la compañía alcanza los 1.004 millones de euros.
La compañía cuenta con una potencia instalada de 689 megavatios (MW) y durante 2014 desarrolló una producción eléctrica de 1.516 gigavatios hora (GWh). La idea de ACS era colocar la mayoría del capital en bolsa para poder desconsolidar su deuda -que ya no se apuntaba desde hace años al tenerla disponible para la venta-.
Compensaciones del Estado
ACS, no obstante, es una de las compañías que mejor partido saca a las arcas públicas. El primer ejemplo lo encontramos en el almacén de gas Castor. El promotor de esta instalación, una sociedad conjunta entre ACS y la canadiense Dundee Energy, han recibido cerca de 1.400 millones para hacer frente a los bonistas de esta fallida instalación, un extremo que ha terminado en una disputa incluso entre los dos socios. Dundee Energy ha llevado a los tribunales a ACS por su gestión del cobro de esta indemnización, tal y como explica en sus resultados.
El grupo presidido por Florentino Pérez además puede volver a obtener rendimiento en las obras del AVE a Francia. Una filial de ACS y Eiffage -TP Ferro- se encuentra al borde del concurso de acreedores y puede reclamar la responsabilidad patrimonial del estado por cerca de 428 millones.
Y, por último, la compañía también está a punto de reclamar la responsabilidad por la construcción de varias autopistas. El asunto de Castor se encuentra ya en los tribunales y mantiene imputados a varios miembros de la dirección de ACS, entre ellos, el presidente de Saeta Yield, José Luis Martínez.