
Las tarjetas de Caja Madrid fueron objeto de una inspección fiscal por parte de la Agencia Tributaria, que, sin embargo no abrió ninguna investigación a las personas físicas que se beneficiaron de ellas. Según aseguran fuentes próximas a la defensa de los imputados, se tiene conocimiento de que Hacienda estaba al tanto de la existencia de estas tarjetas y de que abrió un proceso sancionador al detectar irregularidades en 2007.
Sin embargo, según aseguran estas fuentes, las conclusiones que extrae la Agencia tributaria sobre las prácticas de Caja Madrid y sus consecuencias sobre los beneficiarios de las tarjetas son desconocidas para la práctica totalidad de cerca de los 80 usuarios de las visas opacas. El Gobierno busca argumentos para exculpar a los imputados de Bankia.
Por este motivo, según aseguran fuentes próximas a Caja Madrid, la defensa del expresidente de la entidad, Miguel Blesa, habría solicitado a Hacienda no sólo las actas de la inspección sino las diligencias practicadas, para de este modo no sólo conocer la conclusión de las actuaciones inspectoras sino tener conocimiento de qué irregularidades fueron detectadas.
Lo que aseguran, los que ahora están imputados por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, es que no se exigió por parte de la Agencia Tributaria ni la realización de declaraciones paralelas ni ninguna otra actuación que hiciera pensar a éstos que estaban siendo investigados por Hacienda por el uso de las tarjetas. Zapatero responde a Guindos: Bankia salió a Bolsa porque quiso.
Al utilizar las visas se recibe un pago en especie que, cómo tal, debe ser incluido en las declaraciones del IRPF. Según las afirmaciones de los beneficiarios, no las declararon en su día, ya que pensaban que la entidad financiera las declaraba por ellos o ya se practicaban las retenciones correspondientes en sus salarios.
Sin embargo, y para enrevesar aún más lo que se llegó a investigar en su día, fuentes cercanas a Hacienda sostienen que los gastos que se controlaron fueron los correspondientes a las tarjetas de representación, sin las que se denominan 'B' fueran detectadas por la Agencia Tributaria hasta el estallido del escándalo, con lo que difícilmente podían haber incluido a los beneficiarios de las visas opacas en investigación alguna.
Hacienda, tras salir a la luz la utilización de las tarjetas opacas, por el que unas 80 personas cargaron a la entidad 15,5 millones de euros en gastos personales, tiene abierta una investigación sobre si estos ingresos fueron ocultados al fisco, a fin de establecer sí deben pagar por esos ingresos no declarados y desde qué ejercicio puede reclamar.
Hacienda, a raíz de este asunto, anunció que iba a abrir investigaciones similares en las grandes compañías del Ibex, para averiguar si estas prácticas estaban extendidas a otras sociedades.
Algunos imputados, entre ellos el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, defienden que recibieron estas tarjetas para realizar gastos personales y que formaban parte de su salario, sin que en ningún momento fueran conscientes de que eran irregulares. Otros, como Blesa, apuntan qué la responsabilidad sobre el sistema de las tarjetas se remonta a la época de Jaime Terceiro en Caja Madrid, es decir, principios de los años noventa.