
BBVA no quiere quedarse atrás y ha dado un paso adelante en la batalla por la captación de hipotecas para elevar la clientela e intentar mejorar los márgenes operativos. La entidad redujo este miércoles el precio de los créditos para la adquisición de una vivienda tras los movimientos realizados este mes de enero por el Santander, ING Direct, Popular y Kutxabank.
El banco que preside Francisco González ha disminuido el diferencial sobre el euribor al 1,6%. Después del verano, BBVA entró en la guerra por este tipo de productos con un tipo del 1,8% más euribor. Desde entonces no había cambiado su estrategia. La batalla por las hipotecas se intensifica: se reduce la nómina exigida.
La hipoteca de la entidad exige, además de una nómina mínima de 1.500 euros, la contratación de seguros de vida y hogar, el uso de la tarjeta de crédito y la apertura de un plan de pensiones con, al menos, 600 euros al año.
El producto, como el del resto de competidores, incrementa el interés en caso de que alguna de estas vinculaciones no se cumpla. El diferencial máximo aplicado es del 2,2%. Pero, en contra de la mayor parte de las ofertas, la de BBVA no incluye un tipo inicial fijo. Tan sólo ING Direct sigue el patrón de la hipoteca que acaba de lanzar el grupo azul. ING Direct endurece la guerra por las hipotecas con una nueva bajada del precio.
La guerra por los préstamos para la compra de un vivienda se inició hace algo más de un año, cuando Bankinter puso en marcha una campaña con tipos inferiores al 2%. En los últimos meses la lucha se ha venido intensificando con una progresiva entrada de entidades y con una baja de los precios. Con el arranque de 2015 y, ante una reactivación del sector inmobiliario, el sector ha profundizado la pelea, con tipos que se re- ducen hasta el 1% de Kutxabank. Es el producto más atractivo, pero está limitado para sus mejores clientes, aquellos que ganan al mes más de 3.000 euros.
A principios de mes, el Santander redujo hasta el 1,69% el diferencial de su hipoteca, iniciativa que fue secundada posteriormente por ING Direct, que estableció un tipo del 1,49%. Y que fue replicado por Catalunya Banc, con una bajada hasta el 1,65%; por el Popular, al 1,59%; y por otras de menor tamaño.
Algunos grupos aún no han movido sus fichas, como Bankia o Caixabank que mantienen diferenciales cercanos al 2%, o el Sabadell, que apuesta por un tipo fijo para todo el periodo.