
El toque de atención que el ministro de Transportes de Arabia Saudí ha dado al consorcio español del AVE La Meca-Medina ha encendido la mecha de unas relaciones bastante tirantes entre algunos de sus miembros. Hoy el grupo de empresas responsables de la faraónica obra de 6.700 millones de euros han convocado un consejo extraordinario para elaborar el plan de emergencia con el que asegurar que el proyecto se entrega en plazo y forma.
Pero la reunión tendrá dos grandes protagonistas: las dos constructoras que forman parte del consorcio y que viven momentos de tensión. La gota que ha colmado el vaso han sido las declaraciones de Josep Pique, consejero delegado de OHL, que se ofrecía al consorcio para asumir más carga de trabajo con el objetivo de cumplir el calendario.
Las declaraciones del directivo han sido consideradas por Copasa, la otra constructora que participa en la obra, como un ataque directo y como un intento de robarles carga de trabajo. La respuesta de la empresa gallega no se ha hecho esperar y en un comunicado oficial reafirmaban su capacidad para construir el AVE "e incluso acortar plazos".
De hecho, aseguran que la lógica "obligaría a plantear justamente el escenario contrario". Como publicó elEconomista el pasado 8 de octubre, a los ritmos de trabajo actuales Copasa hará en la mitad de tiempo que OHL las obras de la alta velocidad entre La Meca y Medina, ya que la constructora gallega junto con Imathia trabajarán a un ritmo de 7 kilómetros al mes, mientras que OHL lo estaba haciendo a 3,8 kilómetros. Los saudíes: "sólo estamos contentos con algunos socios.
En los últimos meses, OHL ha estado muy combativa. El propio Villar Mir aseguraba "no somos el problema del AVE de La Meca" a este periódico tras la toma de posesión del nuevo número dos de Fomento, Julio Gómez Pomar. El presidente de la constructora añadía que "OHL es la única empresa española del consorcio con experiencia internacional en alta velocidad".
Es aquí donde podría residir el quid de la cuestión. Según explican fuentes solventes del consorcio a esta publicación, OHL se encuentra bastante a disgusto en este proyecto desde el primer momento, porque no entiende como Copasa se pudo llevar una mayor carga de trabajo que ellos. El reparto se realizó durante la época del anterior Ministro de Fomento, José Blanco.
Otras fuentes consultadas explican que la SRO (Saudi Railways Organization) está "muy contenta" con la evolución de Copasa desde que el consorcio recibió hace más de un año una sería reprimenda para que acelerara las obras, por lo que no se entiende este ofrecimiento de OHL, que pone en duda la profesionalidad de su socio gallego en la etapa de construcción del AVE.
En el comunicado oficial, Copasa finaliza asegurando que el anterior ministro de Transportes saudí, en su última visita a las obras el pasado 22 de noviembre "ensalzó públicamente y ante las otras constructoras, el gran progreso en las obras que está llevando a cabo".
Piden un nuevo presidente
Además del enfrentamiento entre OHL y Copasa, otro de los puntos más calientes del día es la gestión de Pablo Vázquez, actual presidente del consorcio, ante las autoridades de Arabia Saudí. Varias empresas han solicitado su cambio pero, a fecha de hoy, no se espera que el próximo viernes haya un relevo del primer ejecutivo del grupo español.
Desde el Ministerio de Fomento no se estima necesario este cambio y explican que precisamente la experiencia de Vázquez en el consorcio desde el comienzo de las obras es un aval para que continúe coordinando el faraónico proyecto.