
Los médicos españoles quieren ponerse a salvo de cualquier recorte en sanidad y criticaron ayer con dureza el acuerdo que negocia el Gobierno con la industria farmacéutica para fijar un techo de crecimiento del gasto público farmacéutico ligado a la marcha de la economía.
La Organización Médica Colegial, el órgano que agrupa al colectivo de galenos en España, teme que este pacto acabe salpicándoles con más recortes salariales y despidos al blindar la partida de gasto de medicamentos en los presupuestos autonómicos de futuros ajustes.
Inaceptable
La organización profesional calificó ayer este tipo de iniciativas del Ejecutivo de "inaceptables" e "incompatibles" con los objetivos de estabilidad presupuestaria, en un comunicado que alerta además del riesgo de incumplimiento del Programa de Estabilidad 2014-2017 remitido por el Gobierno a Bruselas. Dicho programa prevé una reducción del peso del gasto sanitario público del 5,9 por ciento de este año al 5,7 por ciento del PIB en 2015, lo que supone cerca de 2.100 millones de euros menos de gasto sanitario.
"Salvo que se continúe con una política de devaluación interna salarial y una pérdida estructural de puestos de trabajos sanitarios", advierten los médicos, "no se puede garantizar el nivel de gasto farmacéutico anteriormente señalado". Los médicos creen además que el potencial de ahorro en medicamentos es todavía "elevado".
Ni el Ministerio de Hacienda ni Sanidad han dado más detalles de las conversaciones iniciadas antes del verano con la patronal Farmaindustria y cuyas líneas generales avanzó el ministro Cristóbal Montoro este miércoles. Se trataría de fijar un tope al crecimiento del gasto farmacéutico público, incluidas recetas y medicamentos hospitalarios, que no supere "en ningún caso" el crecimiento del PIB y que incluya también la financiación de medicamentos innovadores, precisó el ministro.
El Gobierno busca así proteger el tejido industrial farmacéutico en España y el nivel de inversión en I+D, tras cuatro años de recortes que han reducido el gasto en recetas en más del 25 por ciento.
La industria farmacéutica defiende el acuerdo porque ofrecería un marco de estabilidad para sus inversiones. Farmaindustria considera además que el nivel de gasto público en medicamentos de España se sitúa ya por debajo del límite del 1 por ciento del PIB marcado por la troika para los países rescatados y que también se ha rebajado su peso sobre el total del gasto sanitario por debajo del 15 por ciento. Objetivo que sí se cumple en el caso del gasto en recetas, situado en 9.319,84 millones de euros según el dato interanual de septiembre, pero no en el caso de sumarse un gasto hospitalario próximo a los 6.000 millones de euros, según la consultora IMS.
El tope de gasto farmacéutico negociado por el Gobierno ya se puso en marcha en el Pacto por la Estabilidad y la Innovación firmado por el Ejecutivo de Aznar para el periodo 2002-2004. El acuerdo incorporó un objetivo de crecimiento ligado al PIB nominal corregido en tres puntos porcentuales de exceso, en un contexto de expansión económica diferente al actual.
Por otra parte, Hacienda recordó ayer que Cataluña ha recibido 908,78 millones de euros a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) para el abono de los convenios con farmacias y señaló al Gobierno de Artur Mas como el responsable de los impagos con este sector, al no priorizar el pago de las recetas y no incluir esta factura en el fondo en agosto y septiembre, a pesar de recibir financiación.