
Para algunos clientes institucionales y corporativos de bancos alemanes, guardar su dinero en las entidades les está costando dinero. Aunque se trata de una medida que aún no se ha trasladado de forma general, no deja de ser un reflejo de cómo está trasladando la banca las últimas decisiones del BCE de bajar los tipos de interés a mínimos históricos y llevar la facilidad de depósito a terreno negativo.
Este sobrecoste se está aplicando solamente a las grandes compañías y a los institucionales, mientras que por ahora las pequeñas y medianas empresas y clientes particulares no se están viendo afectados.
Esta información la recoge hoy el diario germano Frankfurter Allgemeine Zeitung, aunque según afirma un analista del DZ Bank, se trata de una práctica "común" desde el cambio de la política monetaria del Banco Cental Europeo (BCE) con un rumbo más laxo.
El pasado mes de junio, el BCE empezó a cobrar a la banca de la zona euros por guardar su dinero, lo que supuso que por lo que las entidades empezarían a pagar por dejar el dinero en la caja fuerte del organismo emisor.
El tipo que fijó entonces fue del -0,10%, aunque en la reunión de septiembre volvió a rebajarla al -0,20%. Esta medida persigue es los bancos no quieran dejar el dinero "guardado" porque les cuesta dinero y que éste fluya así hacia la economía.
El 4 de septiembre el BCE también bajó los tipos de interés a un nuevo mínimo histórico del 0,05% con el objetivo de reactivar la economía de la zona euro.
Los depósitos se desploman en España
En teoría, se trata de una medida que solo afecta a las entidades financieras que guarden su dinero en el BCE, aunque ya se está empezando extender más allá de Frankfurt.
En España, en el último año la remuneración de los depósitos se ha reducido un 39%. Los últimos datos disponibles revelan que en abril la remuneración media de los depósitos a un año bajó por primera vez del 1% y en mayo marcó un nuevo mínimo histórico en el 0,94%. Un año antes, cuando los tipos estaban en el 0,50%, la rentabilidad de los depósitos era del 1,55%.
Y la diferencia es aún mayor si se compara con la situación existente un año antes. En mayo de 2012, con los tipos al 1,25%, los depósitos a un año ofrecían un rendimiento del 2,32%, es decir, más del doble de la que ofrecen los bancos actualmente.
Este desplome de los intereses de los depósitos también se está produciendo en Alemania, donde muchos ahorradores particulares están optando por llevarse su dinero a bancos extranjeros en busca de una mayor rentabilidad.
Así lo recogía recientemente el estadounidense The Wall Street Journal, que señala que a cierre de julio los alemanes tenían más del 20% de sus ahorros aparcados en depósitos de entidades foráneas con delegaciones en Alemania, frente al 15% de 2010.