Metrovacesa lucha por sobrevivir, pero mientras lo intenta, sus accionistas se preparan para dejar el barco. El último en plantearse la venta de su paquete en la inmobiliaria es Banco Sabadell, que tiene un 13 por ciento del capital del grupo, por el que podría obtener alrededor de 54 millones de euros.
La entidad quiere desprenderse de su participación en Metrovacesa, y así lo comunicó recientemente al Consejo de Administración de la inmobiliaria, según explicaron a elEconomista fuentes del mercado. Sin embargo, la compañía especifica que todavía no se ha dado la orden de venta, ni se ha contratado a ningún banco de inversión.
La inmobiliaria está dominada por cinco grandes bancos. El Santander, que tiene alrededor del 36 por ciento del capital; BBVA, que controla el 18 por ciento; Popular con un 12 por ciento; Sabadell, con el 13 por ciento y Bankia, que tiene una participación del 19 por ciento.
Esta última hace tiempo que puso a la venta su paquete, ya que cuando se produjo el rescate a la banca, Bruselas dejó claras sus exigencias y requirió a la entidad que se desprendiera de todas sus participaciones industriales. En este sentido, la entidad también está trabajando en la desinversión de Realia, de la que posee un 24,95 por ciento y cuyo proceso está ya bastante avanzado, con varias ofertas sobre la mesa. Asimismo, Bankia tiene que marcharse de Mapfre, donde conserva alrededor del 1 por ciento frente al 15 por ciento heredado de Caja Madrid en virtud de la histórica alianza. El pasado año enajenó un 12 por ciento de la aseguradora por 980 millones de euros y en la primera parte del presente ejercicio vendió casi otro 2 por ciento.
Estos dos procesos se encuentran mucho más avanzados que su salida de Metrovacesa, a pesar de que ya en el mes de febrero dio el mandato a Credit Suisse para colocar el 19 por ciento de la inmobiliaria, algo que espera que se produzca antes de que finalice el año.
Por el momento Banco Sabadell no ha movido ficha, pero una de las opciones que puede tener la entidad, que preside Josep Oliu, es esperar a que Bankia encuentre un inversor interesado en la inmobiliaria, para colocar de forma conjunta ambas participaciones.
Mientras los bancos estudian las posibilidades para salir del accionariado de la inmobiliaria, Metrovacesa trabaja para superar la crisis que ha golpeado con fuerza al sector del ladrillo. El último movimiento fue la venta de su filial francesa, Gecina, donde tenía una participación del 26,7 por ciento.
Venta de Gecina
Con esta operación, que se cerró el pasado mes de julio, pero llevaba en marcha más de un año, la compañía ingresó 1.546 millones de euros al traspasar sus acciones a un grupo de distintos compradores internacionales y fondos de inversión, entre los que estaban Blackstone e Invanhoé Cambridge, que actúan en concierto y se situaron como primer accionista con el 29,9 por ciento, así como Crédit Agricole, que alcanzó el 13,4 por ciento o Norges Bank, que se hizo con un 9 por ciento.
A pesar de que la inmobiliaria recibía alrededor de unos 80 millones en ingresos recurrentes y otros 75 millones en dividendos extraordinarios de su filial, se vio forzada a abandonar el mercado galo, ante la tensa situación que atravesaba el sector en España. Así, el dinero que logró en la transacción, lo destinó para reducir el alto volumen de deuda, que tras la venta de Gecina se redujo en un 30 por ciento y se sitúa en unos 3.500 millones de euros. Concretamente el grupo destinó los 1.546 millones para cancelar parte del tramo A del préstamo sindicado que firmó hace cuatro años y que superaba los 1.800 millones de euros, por lo que todavía queda una parte sin amortizar.
Gecina contaba con una cartera patrimonial compuesta fundamentalmente por oficinas y residencias de estudiantes y principalmente ubicada en París, valorada en unos 10.700 millones de euros.
Metrovacesa esperaba haber ganado bastante más con esta operación, ya que cuando anunció su intención de realizar esta desinversión, en agosto de 2013, valoró su participación en la filial francesa en unos 1.900 millones. Finalmente, cerró la venta con un descuento sobre sus previsiones del 18 por ciento.
Ahora la inmobiliaria tiene que hacer frente a un pago de 234 millones en 2014, mientras que otros 200 millones vencen en 2015. Asimismo en 2017 el plan recoge la obligación de abonar otros 577 millones, unos 58 en 2018 y a partir de 2019 llega la parte fuerte, pues vencen los 1.100 millones restantes.
Activos del grupo
Para poder realizar estos pagos, la inmobiliaria cuenta con una serie de ingresos procedentes de su división patrimonial, que engloba una serie de activos entre los que se encuentran nueve centros comerciales, según aparece en su página Web, en la que explica que tiene otro complejo comercial en proyecto en la ciudad de Reus. Asimismo, Metrovacesa cuenta con doce hoteles repartidos por toda España, así como 30 edificios de oficinas entre Madrid y Barcelona. Por otro lado, la inmobiliaria cuenta con siete promociones residenciales y unas 1.700 plazas de garaje.
Uno de los proyectos que la inmobiliaria ha puesto en marcha después de que se quedara paralizado por la crisis es el de la Torre Madrid. En este inmueble, el grupo comercializa los pisos de lujos más altos de toda la ciudad, entre los que se incluyen grandes áticos y apartamentos con acceso a piscina y zona de gimnasio por los que ingresó hasta abril unos 8,28 millones de euros y 32 millones en 2011.
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