
Las ventas de Caprabo se han desplomado desde que fue adquirida por Eroski. Hace seis años, cuando la empresa de distribución de la cooperativa Mondragón adquirió la compañía, su facturación era de 2.178 millones de euros, con un beneficio neto de 7,5 millones.
Desde entonces las ventas no han parado sin embargo de caer y la cadena de supermercados catalana cerró el último ejercicio con una cifra de negocios de 1.299 millones, lo que supone un 40,3% menos.
Además, a 31 de enero de 2013 -las cuentas del año pasado todavía no se han publicado en el Registro Mercantil-, la empresa registraba unos números rojos de 17,7 millones. Se trata así del segundo año que la empresa está en pérdidas.
En 2011 perdió 37,1 millones de euros, pero en 2012 volvió a entrar en beneficios y obtuvo un resultado positivo de 8,4 millones. En el último año, la empresa ha reducido además su plantilla en 348 personas, hasta un total de 8.321 trabajadores.
Situación financiera
La situación financiera de Caprabo está, en cualquier caso, más saneada que la de su matriz. La empresa presenta un patrimonio neto positivo por 275,5 millones y su endeudamiento es de sólo 66,1 millones de euros. La compañía, que consolida sus cuentas en Eroski Sociedad Cooperativa, tenía en explotación al cierre del ejercicio 339 tiendas y 17 franquicias, una cifra prácticamente similar a las de un año antes.
En el informe de gestión adjunto a las cuentas anuales, Caprabo explica que la sociedad "ha continuado mejorando su propuesta comercial, incrementando de nuevo la fuerte inversión en precios iniciada en el 2008 y manteniéndose como el supermercado urbano con mayor número de referencias con una importante presencia de la marca fabricante". El último ejercicio ha sido también el año del relanzamiento del Club Caprabo, un programa de fidelización para captar clientes.
En los últimos meses se ha estado especulando en el mercado con que, debido a la situación de Eroski, pendiente de la refinanciación de la deuda, ahora ya cerrada con la banca, el grupo vasco podría tratar de vender la filial.
Sin embargo, parece que la idea es más bien la contraria. Aunque la catalana ha registrado una fuerte caída de su cifra de negocios, sigue siendo una potente generadora de caja, además de tener una posición muy sólida en Cataluña.
Refinanciación
La situación ha mejorado ahora además sutancialmente después de que Eroski lograra cerrar a comienzos de agosto un acuerdo con ocho de sus principales bancos acreedores, que representan el 85% de su pasivo, para cerrar la refinanciación de su deuda financiera por 2.605 millones de euros hasta el año 2019. Eso al margen de que, adicionalmente, las entidades financieras le han otorgado una línea de circulante de 375 millones de euros que la compañía utiliza para su actividad ordinaria. La compañía de distribución vasca se ha comprometido a vender activos propios por valor de 300 millones, pero eso es algo que no afectará a Caprabo, sino fundamentalmenet a centros comerciales y otros negocios paralelos.
De este modo, tras varios meses de negociaciones, en los que ha habido muchas dudas sobre la reestructuración de pasivo del grupo, Eroski ha conseguido asegurar su viabilidad tras lograr alargar el vencimiento de su deuda, despejando así su horizonte financiero durante los próximos cinco años. El grueso de la deuda quedará constituido en un tramo de 942 millones ligados al beneficio operativo de la compañía y al cumplimiento del plan de negocio acordado.