En sólo dos años la entidad ha tenido que aportar casi 4.000 millones de euros a Building Center. El banco aumenta un 10% la comercialización de pisos y suelo tras la alianza con el fondo TPG.
Caixabank ha inyectado recientemente 1.900 millones de euros a su filial inmobiliaria con el objetivo de reequilibrar su patrimonio. El pasado junio aportó esta cantidad a Building Center, sociedad que administra los pisos y suelo adjudicados por el impago de deudas de sus clientes.
Con esta operación, la entidad catalana vuelve a sanear el balance de esta franquicia para incrementar los fondos propios ante el aumento de su actividad y las pérdidas que sufre por el incremento de las provisiones y la aceleración de las ventas con minusvalías. A la par, equilibra el nivel de endeudamiento sobre fondos propios.
No es la primera vez que Caixabank tiene que salir al rescate de Building Center. Ya el año pasado le inyectó 2.000 millones de euros. Pero tampoco es la única entidad que de manera recurrente tiene que efectuar una transacción de estas características.
El ejercicio pasado, en distintas operaciones los cincos grandes grupos bancarios (el Santander, BBVA, Sabadell, Popular y la propia Caixabank) desembolsaron casi 9.000 millones en sus sociedades inmobiliarias. Si se contabiliza la operación de Caixabank de hace poco más de un mes, la cifra se eleva a unos 11.000 millones.
Building Center contaba a cierre de 2013 con unos fondos propios cercanos a los 3.500 millones de euros, pero padeció unas pérdidas de 1.800 millones. A lo largo del primer semestre de este año, su actividad ha continuado generando un agujero. Según las cuentas del grupo, la actividad inmobiliaria, en la que se incluye también los créditos al promotor, provocó unos números rojos de 468 millones, debido principalmente a las dotaciones para ajustar el valor de los inmuebles y hacer frente a las insolvencias en los préstamos.
Aumento de la cartera
En los seis primeros meses del año, la filial de Caixabank constituida como unidad inmobiliaria ha aumentado el volumen de sus inmuebles hasta los 14.445 millones de euros antes de provisiones, principalmente por la entrada de nuevos suelos en cartera. En diciembre, los activos adjudicados de la entidad se situaban en 13.284 millones.
La firma ha llevado a cabo un ajuste de valor en estos inmuebles con unas provisiones por importe de 7.700 millones con el fin de anticipar pérdidas y poder deshacerse de ellos con mayor rapidez asumiendo las menores pérdidas posibles. El nivel de cobertura de la cartera de la entidad catalana asciende al 53 por ciento, con lo que puede ofrecer descuentos hasta este umbral sobre el precio de adjudicación sin sufrir nuevas minusvalías.
El grupo La Caixa además cuenta con otra inmobiliaria, Servihabitat, que depende del holding Criteria y que hasta la constitución de Caixabank en 2011 y, posteriormente de Building Center agrupaba todos los inmuebles que recibía a cambio de insolvencias de créditos.
De esta manera, el volumen total de la cartera inmobiliaria de La Caixa asciende a 18.500 millones, con una cobertura del 55 por ciento, según los datos incluidos en su informe semestral.
Con el objetivo de agilizar las ventas y mejorar la gestión de los adjudicados, además de cosechar plusvalías, La Caixa alcanzó un acuerdo a finales del año pasado con el fondo TPG para que llevara las riendas de su plataforma inmobiliaria. El fondo se hizo con un 51 por ciento de Servihabitat y percibe comisiones por desinversión y administración de toda la cartera del grupo presidido por Isidro Fainé, incluyendo Building Center.
Esta alianza y la reactivación del sector en los últimos meses han llevado a Building Center a disparar el número de operaciones entre diciembre de 2013 y junio de 2014. Ha vendido y alquilado más de la mitad que en el conjunto del año pasado. Se ha desprendido de 11.456 inmuebles, frente a los 18.386 de todo el ejercicio anterior.
Ventas por 1.200 millones
Estas operaciones la han reportado unos ingresos de 1.213 millones de euros, lo que supone un incremento del 10 por ciento en tasa interanual. En 2013 la facturación ascendió a 2.180 millones.
Caixabank admite que las ventas, en concreto, aumentaron un 30 por ciento, pero que todavía generan pérdidas. Es decir, que se venden con descuentos superiores a los niveles de cobertura.
Esta situación es la tónica de todo el sector, que se está viendo obligado a rebajar cada vez más los precios para agilizar las ventas y soltar el lastre inmobiliario. En algunos casos, los descuentos llegan al 80 por ciento, principalmente en las zonas costeras o con menor atractivo. Los terrenos también alcanzan o superan esta disminución del precio, aunque las entidades también han emprendido distintos proyectos para desarrollar suelos urbanizables para elevar el valor de los mismos, con el objetivo de darles salida con un mayor beneficio en el futuro.
La comercialización de pisos y suelo de las cinco mayores entidades, entre las que se encuentra Caixabank, ha avanzado hasta las 35.000 unidades. Estas transacciones han supuesto para la gran banca unos ingresos superiores a los 4.000 millones de euros.
Caixabank sanea su inmobiliaria