
Martinsa Fadesa ha paralizado el Proyecto Aurora, un plan que puso en marcha para salvar a la compañía de la liquidación. El presidente del grupo, Fernando Martín, está esperando a que el Gobierno decida si modifica de nuevo la ley Concursal que se aprobó el pasado 7 de marzo, de forma que Martinsa pueda beneficiarse de las ventajas que aporta esta norma, que actualmente solo beneficia a las empresas que están en situación de preconcurso.
Según fuentes financieras, la decisión se tomará antes de verano y de producirse el cambio, se ampliaría la aplicación de esta ley a cualquier empresa que se encuentre en concurso de acreedores o en fase de convenio, como es el caso de la inmobiliaria y de otras firmas del sector como Reyal Urbis o Renta Corporación.
De momento, Martinsa ha estudiado las dos líneas de actuación, con y sin la modificación, pero prefiere esperar a conocer el resultado final antes de diseñar por completo los lotes de activos que repartirá entre sus acreedores para que estos le cancelen la deuda de 3.900 millones que soporta la inmobiliaria.
Según Martinsa, el valor de sus activos asciende a 3.000 millones y el objetivo ideal del grupo es alcanzar una "deuda cero", por lo que tendría que combinar la dación de activos con la conversión de préstamos en participativo y la posterior capitalización. "El objetivo del grupo es buscar una solución que nos permita continuar en el tiempo, no queremos algo temporal", explica Martín. Por eso prefiere que el grupo se convierta en una compañía pequeña pero viable en el largo plazo.
Mientras diseñan al detalle este proyecto, el grupo está reduciendo deuda a través de la gestión de activos a terceros. Con esté sistema Martinsa ya ha cancelado unos 500 millones de deuda y actualmente gestiona activos por valor de otros 500 millones. "Algunos de nuestros acreedores confían en nuestra experiencia en el sector inmobiliario para gestionar sus activos, además sólo cobramos cuando ejecutamos una venta", explica Martín.