Jarro de agua fría a las aspiraciones de los gobiernos regionales de preservar la tutela de sus antiguas cajas cuando su actividad exceda la autonomía.
El Gobierno se salió ayer con la suya de atribuir a Economía el patronato de la Fundación La Caixa y previsiblemente de las fundaciones en la que se convertirán Ibercaja, Unicaja e Kutxabank, al no apoyar el PP las enmiendas presentadas en el Senado por CiU y PNV para reconducir la situación.
Los partidos nacionalistas confiaban en mantener la tutela de las fundaciones en las autonomías que así lo tuviesen recogido por Estatutos o compartirla con el Ejecutivo, sin éxito.
El Gobierno, a través del PP, aprovechó la Ley de Solvencia del sector Financiero en el Congreso para garantizarse que el patronato sea ejercido por Economía cuando el banco de una caja capte más del 40% de sus depósitos fuera de la región de origen.
La Ley de Cajas establecía la competencia del ministerio si la actividad de la fundación era supraregional, pero las autonomías no esperaban perderla, confiados en que se medía por inversión de Obra Social y ésta se residencia mayoritariamente en sus demarcaciones.
El Senado aprobó ayer la Ley de Solvencia, sin entrar en este aspecto y con apenas modificaciones. El texto remitido ahora al Congreso para su definitiva aprobación consagra también la asunción de Economía de normativas contables, antes ejercidas por el Banco de España.
El ministerio podrá habilitar para su desarrollo al dicho supervisor, a la CNMV o al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. El PP aceptó ayer una enmienda de CiU, para que se prevea el vencimiento de contratos en entidades de contrapartida si sus clientes entran en situación concursal.