Empresas y finanzas

"Quitar la ventaja fiscal a los vales de comida destruiría 26.000 empleos"

"Eliminar las ventajas fiscales de los vales de comida supondría su desaparición y eso conllevaría la destrucción de más de 26.000 puestos de trabajo directos en la hostelería", según Iván de Pontevès, presidente de la Asociación Española de Emisores de Vales de Comida.

Pontevés no oculta su preocupación ante la posibilidad de que estos cheques, con los que comen a diario cerca de 600.000 trabajadores en España en 33.000 restaurantes, dejen de estar exentos en el IRPF.

El pasado diciembre el Gobierno decidió ya incluirlos por primera vez en las bases de cotización de la Seguridad Social, con el fin de incrementar los ingresos de ésta, lo que supuso un duro varapalo no sólo para el sector, sino también para las empresas, que vieron incrementados sus costes salariales.

El problema, según dice Pontevès, es que "el vale de comida no es un salario, pues no remunera horas trabajadas, sino que es un beneficio o prestación social realizada para mejorar las condiciones de trabajo". Las ventajas fiscales están subordinadas a ciertas condiciones de uso, como son el pago de 9 euros al día, el uso en días laborables y el hecho de que no sean válidos si se devengan dietas.

Regulado en España por la Ley de Comedores desde el año 1938, que obliga a las empresas a partir de un cierto tamaño a facilitar la comida a sus empleados, su distribución genera una facturación directa de 990 millones de euros y favorece, sobre todo, a los pequeños y medianos restaurantes, según un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Según dice el presidente de la asociación de emisores, "si se eliminan las ventajas fiscales, el vale carece ya de sentido y pasaría como en Suecia, que al poco de eliminarlas, los cheques acabaron desapareciendo". Los emisores defienden que la exención fiscal beneficia a unas 15.000 empresas, recordando que el 94 por ciento de ellas son pymes, que no pueden invertir en un comedor como sí tienen las grandes compañías "La exención aporta a las pequeñas empresas la posibilidad de dar una ayuda para comer a los trabajadores que de otro modo sería inaccesible. Si desaparecen los vales, las empresas no subirán los sueldos, por lo que muchos empleados buscarán otra solución para comer y se destruirá empleo", asegura De Pontevés.

Para la hostelería se trata de un tema muy importante, porque cada 20 nuevos usuarios supone un nuevo ocupado y para el Gobierno porque, al margen de ser un pago totalmente fiscalizado, lo que elimina la posibilidad de que haya economía sumergida, se genera una recaudación neta para el Estado de 63 millones anuales. Todo eso está ahora en juego.

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