
Sacyr tiene que decidir el futuro de su participación en Repsol. La constructora ha abierto ya el proceso de refinanciación de los 2.426 millones de euros de deuda que mantiene por su participación del 9,23% en la petrolera, es decir, poco más de nueve meses antes de que venza el plazo en enero de 2015.
Los casi cuarenta bancos acreedores han mantenido ya conversaciones preliminares con la constructora para iniciar la refinanciación de este crédito, el mayor de la compañía, una vez que se ha cerrado el conflicto abierto durante meses con la Autoridad del Canal de Panamá.
Fuentes consultadas por este diario indicaron que tras la primera reunión la banca se ha mostrado confiada por la buena marcha de la constructora y ha aplazado hasta el próximo mes de septiembre el inicio de las negociaciones formales.
La intención de la banca es poder evaluar en ese momento el nivel de garantías que mantiene la constructora, así como el valor de los títulos de la petrolera para poder decidir el futuro de su paquete en Repsol. Las condiciones de la financiación actual contemplan un tipo de interés euribor +350 puntos básicos, por lo que la espera puede traducirse en una menor carga financiera si se cumplen las previsiones de mejora económica.
Ligeras minusvalías
En estos momentos, los títulos de Repsol cotizan a 18,61 euros por acción. Sacyr, según consta en sus cuentas, tiene la participación a un precio medio de 19,9 euros por título, lo que supone que ahora mismo mantiene unas ligeras minusvalías.
La constructora, al igual que la petrolera, confían en un incremento de su valoración ya que, por un lado, la petrolera espera un aumento de sus niveles de calificación crediticia, que ya muestran claramente sus bonos, al tiempo que contará con el ingreso que se producirá cuando a finales de abril o principios de mayo se comiencen a recibir los bonos argentinos por la compensación de YPF por 5.000 millones de dólares.
Repsol tiene diseñada una estrategia para vender estos bonos en el mercado en un plazo de alrededor de dos años y prevé lograr en ese periodo unos ingresos de entre 6.000 millones y 6.500 millones de dólares, tal y como explicó el propio presidente de la petrolera, Antonio Brufau, en la junta de accionistas.
La compañía quiere destinar este dinero, así como los cerca de 1.400 millones de dólares que puede obtener de la venta del 12% que todavía mantiene en YPF, a la compra de algún activo, principalmente en Canadá, que ya esté en producción y genere ingresos de forma rápida para poder seguir manteniendo sus cifras de reposición de reservas y de retribución al accionista.
Sacyr ha indicado en reiteradas ocasiones que el servicio de la deuda se soporta "perfectamente" con la política de dividendos de Repsol.
El importe de la deuda neta total de Sacyr a 31 de diciembre de 2013 era de 6.642 millones de euros, habiéndose reducido en 2.000 millones de euros desde el comienzo del ejercicio, gracias a la desconsolidación de Vallehermoso, que se encuentra disponible para la venta.
¿Venta de 'repsoles'?
N+1 lanzó recientemente un informe en el que aseguraba que la constructora deberá desprenderse de su 9,29% de Repsol en los próximos 12 a 18 meses, porque "la inversión no aporta ningún valor y tiene consecuencias negativas en términos de apalancamiento, riesgo, vulnerabilidad y volatilidad"; del mismo modo, la compañía elevó considerablemente la recomendación de compra de la constructora que a lo largo del último año ha ido desprendiéndose lentamente de activos para reducir su nivel de deuda de forma considerable y ha resuelto con maestría los problemas que le han ido surgiendo como el del Aeropuerto de Corbera y el del Canal de Panamá.
Fuentes del sector indicaron que Pemex ha ofrecido en varias ocasiones a Sacyr la opción de comprarle su participación en la petrolera, al tiempo que se le habría ofrecido obras en el país, pero la compañía lo rechazó.
La constructora puede plantearse además este año la emisión de algun tipo de bono para financiarse, al igual que han hecho otras compañías de su segmento, pero descarta hacerlo ligándolo a las acciones de Repsol.
La petrolera ya tuvo que adquirir un 10% de su capital a Sacyr a un precio de 21 euros por acción, con lo que el importe total de la operación se elevó a 2.572 millones de euros.
Repsol adquirió los títulos a la banca acreedora de Sacyr quien, a su vez, los habría transmitido a las entidades en el marco del proceso de refinanciación de la deuda de 4.900 millones que adquirió para controlar el 20% de Repsol. La operación supuso la salida del consejo de Repsol de Luis del Rivero, expresidente de Sacyr y artífice del fracasado acuerdo con Pemex para asaltar Repsol.