
La tensión entre Rusia y Ucrania sigue aumentando con fuerza y amenaza la estabilidad de los mercados energéticos. Un corte del suministro de gas natural a Europa puede poner en jaque la tibia recuperación económica de la zona, un hecho que ha generado una profunda preocupación y ha llevado al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a convocar una reunión de urgencia de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para analizar la situación.
La escalada dialéctica entre Rusia y Ucrania ha dejado al aire los favoritismos del pasado del Gobierno de Vladimir Putin con Viktor Yanukovich, con la intención de mantener en su órbita a las exrepúblicas soviéticas.
Prueba de ello es que Gazprom advirtió ayer de que los precios amigos de gas que tenía Ucrania desaparecerán el próximo mes. El monopolio estatal ha asegurado que los pagos irregulares de Kiev provocarán la ruptura del acuerdo sellado el año pasado, lo que provocará un incremento del precio de casi un 30%.
Las acciones de Gazprom, que suministra gas a Europa a través de Ucrania, cayeron más de un 13%, pero los responsables del primer suministrador de gas a Europa quisieron lanzar un mensaje tranquilizador, al asegurar que el abastecimiento de gas se mantiene intacto.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, afirmó que el impacto económico de la crisis ucrania en la Eurozona será en todo caso "relativamente limitado", pero aconseja "vigilar" la situación. "Si miramos los lazos financieros y comerciales de Ucrania con la eurozona, vemos que éstos son bastante reducidos", señaló ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara.
El presidente del BCE explicó que Ucrania supone "menos del 1% de la demanda extranjera de bienes exportados por la eurozona" y agregó que la dimensión geopolítica sí "puede tener una capacidad de afectar los acontecimientos y pueden ir más allá de los lazos" comerciales y financieros que Ucrania mantiene con la eurozona o de las cifras estadísticas. Por ello recomendó "vigilar la situación con gran atención y ser conscientes de que no está en juego solamente la política monetaria, sino también un tema más amplio, que podría tener un impacto en la economía".
Los precios de exportación del gas natural desde Rusia se rigen por importantes contratos a largo plazo, de modo que su exposición a este tipo de situación de conflicto es menor y su fluctuación depende en gran medida de la evolución de los precios del crudo.
El Brent en 111 dólares
El barril de Brent superó ayer los 111 dólares, casi un 3% más, las primas de riesgo se tensaron y los inversores se han visto obligados a volver a los activos refugio.
"La escalada del precio del crudo añade una nueva incertidumbre en el mercado, debido al lastre que puede suponer en las cuentas de las empresas, frenando la aún dubitativa recuperación en la eurozona" aseguran los analistas de Self Bank.
La dependencia europea del gas se ha ido reduciendo a lo largo de estos últimos años gracias a un incremento de la presencia de energías renovables y a la crisis económica que ha reducido el consumo, pero todavía supone cerca del 25 por ciento del consumo de toda Europa.
Rusia, por el momento, no ha querido forzar la situación y el tránsito de gas hacia la Unión Europea se mantiene con normalidad. La llegada de la primavera, además, reduce la capacidad de presión rusa, ya que en estos momentos, una vez pasado gran parte del invierno, los países comienzan a trazar su calendario para rellenar los almacenes de gas.
En los últimos años se han producido dos crisis importantes: una en 2006 y otra en 2009, que provocaron importantes interrupciones de suministro e incluso muertes por frío. Ahora el temor incluye el riesgo de ataques a estas infraestructuras estratégicas por parte de la resistencia ante Rusia.
La dependencia europea de Rusia es un asunto de constante preocupación, ya que veinte países europeos tienen una importante vinculación. Por ahora, el precio del gas ruso en la frontera ha permanecido estable e incluso bajó algo en enero, lo que lo sitúa en niveles mínimos desde 2011.
La Comision Europea ha trabajado en reforzar las interconexiones de gas entre España y el resto de Europa. De hecho, ayer mismo la Agencia de Reguladores europea aseguró que un tercio de las interconexiones gasistas están congestionadas, entre ellas, las que unen España y Francia. Esta situación supone en estos momentos un cuello de botella para reaccionar ante un eventual corte de suministro de gas en el centro y norte de Europa.
España recibe cerca de la mitad de su suministro de gas de Argelia y cuenta con infraestructura suficiente para poder convertirse en un suministrador clave para Francia y Alemania, pero el primero siempre ha puesto problemas a la hora de desarrollar esta interconexión.
Un aumento del precio en Europa repercutirá en España, pues será mas difícil recibir barcos de GNL a precio competitivo y se incrementarán los precios de los carburantes.
Gas en Crimea
En el fondo de este enfrenamiento figura también las importantes reservas de gas de la península de Crimea, para la que se esperaba una inversión de Exxon Mobil que pudiera lanzar una producción de hasta 10 bcm. A cambio, Rusia estaba dispuesta a crecer en la zona del Golfo de México (EEUU) de la mano de Rosneft yel gigante estadounidense.
La situación ahora parece muy distinta y Estados Unidos que, como cada año, tiene previsto otorgar nuevas licencias de exploración y producción el próximo 19 de marzo se espera que no dé facilidades a este desembarco.