
Coca-Cola se ha hartado del daño que los despidos están causando a su imagen y ha obligado a su nueva embotelladora, Iberian Partners, a dar marcha atrás y renunciar a los despidos. Fuentes próximas al proceso han confirmado a elEconomista que en los últimos días ha habido instrucciones muy precisas desde la sede central del grupo en Atlanta (Estados Unidos) a la presidenta del embotellador, Sol Daurella.
Primero para publicar el pasado domingo un comunicado en distintos periódicos nacionales y regionales en el que se desvinculaba a la marca de la nueva empresa y después para plantear una mejora de las condiciones del plan de reestructuración.
Ante todo ello, a la compañía no le ha quedado más remedio que ceder y, en este sentido, anunció ayer a los sindicatos que no contempla ya ninguna baja forzosa. Tal y como adelantó elEconomista el pasado 11 de febrero, Coca-Cola Iberian Partners ha ofrecido además a los representantes de los trabajadores una mejora de las condiciones para todos aquellos que opten por abandonar voluntariamente la compañía.
En cualquier caso, el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) sigue sobre la mesa, porque se mantiene el cierre de cuatro fábricas (la de Fuenlabrada en Madrid, Colloto en Asturias, Palma de Mallorca y Alicante) y habrá salidas pactadas y recolocaciones. La nueva oferta afectará a 1.190 personas, frente a los 1.250 previstos en un principio, ya que se mantienen, no obstante, los almacenes de las fábricas de Asturias y Palma de Mallorca.
La edad para acogerse al plan de prejubilaciones se rebaja de los 58 a los 56 años, ofreciendo a todos los trabajadores que lo acepten percibir el 80 por ciento de su salario neto, además de presentar también un plan similar a los trabajadores de más de 57 años en los centros que no están afectados por la reestructuración. La nueva propuesta contempla también un plan de bajas voluntarias con derecho a percibir 45 días de salario por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades, además de una indemnización lineal adicional de 10.000 euros. El ERE contemplaba inicialmente 30 días por año y con un tope de 18 mensualidades.
Incentivos
La empresa contempla ahora el traslado de 481 trabajadores, que percibirían una indemnización de 15.000 euros, el triple de lo previsto, además de una ayuda de vivienda de 500euros al mes durante dos años cuando el traslado implique cambio de residencia.
Coca-Cola Iberian Partners aseguró ayer en un comunicado que "con esta propuesta vuelve a reiterar su absoluta voluntad negociadora y confía en seguir avanzando por la senda del diálogo para alcanzar juntos, un acuerdo satisfactorio para todos, dentro del periodo legal de consultas cuyo plazo finaliza el próximo 21 de febrero".
La mejora de las condiciones no quiere decir, sin embargo, que el proceso haya terminado y mucho menos que se hayan terminado los problemas para el grupo. De acuerdo con las fuentes consultadas, el enfrentamiento entre el presidente de Coca-Cola España, Marcos de Quinto, y la del embotellador, Sol Daurella, va a más cada día que pasa. "El desencuentro entre los dos es absoluto por la forma en la que se está gestionando el proceso. Daurella no entiende que De Quinto hable de su empresa y luego diga que el ERE no tiene nada que ver con él", aseguran estas fuentes.
Pero lo peor, además, es que aunque UGT podría estar dispuesta a negociar el ERE, CCOO se opone tajantemente y denuncia que sigue habiendo despidos encubiertos. "Es imposible que puedan recolocar a toda la plantilla de Fuenlabrada, con lo que al final seguirá habiendo despidos. Es todo puro marketing", aseguraron ayer. El tiempo para el acuerdo vence el viernes.