
Los ministros de Economía de la Eurozona acordaron este jueves poner fin en enero al rescate bancario para España con una "salida limpia", sin ningún tipo de prórroga o ayuda adicional. Ahora bien, el fin del rescate no supone obligatoriamente el fin de las ayudas a la banca: algunas entidades rescatadas podrían necesitar un mayor apoyo económico para facilitar su venta.
Los potenciales compradores de los bancos rescatados, entre los que figuran inversores extranjeros, están presionando al gobierno para endulzar las ventas con más ayudas estatales, según recuerdan fuentes bancarias que recoge Reuters.
Es decir, el Gobierno podría necesitar bombear más dinero en el nacionalizado Novagalicia Banco y CatalunyaBanc, ya que los potenciales compradores reclaman una mayor protección contra las pérdidas, señalan banqueros familiarizados con las ventas.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho hoy que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) abrirá el martes el proceso de ofertas vinculantes para la venta de Novagalicia Banco y que espera que la decisión sobre la adjudicación se adopte en un plazo máximo de cuatro semanas.
Los compradores quieren que el balance de la entidad quede limpio por completo. Algunos incluso ven un escenario donde el FROB tendría que inyectar más dinero y vender al banco por un euro", asegura un banquero de inversión en Madrid. Una operación que podría asemejarse a la cerrada en la compra de Unnim por parte del BBVA o de la CAM por el Sabadell, que contaron con un esquema de protección de activos.
Lo que está por ver es si el Gobierno se resistirá a dar más fondos, argumentando que las entidades rescatadas han hecho limpieza al traspasar sus activos problemáticos al denominado banco malo.
No obstante, los pretendientes de NCG Banco, que tienen los ojos puestos en la entidad atraídos por su posición dominante en Galicia, creen que todavía tiene muchos otros préstamos problemáticos, aseguran tres fuentes bancarias a Reuters.
El Estado inyectó 9.000 millones de euros en NCG Banco como parte del rescate bancario y la entidad volvió a registrar beneficios en septiembre, al ganar 61 millones de euros después de impuestos en los nueve primeros meses de 2013, tras destinar 611 millones a seneamientos. Sin embargo, los depósitos a los clientes cayeron un 3% y la tasa de morosidad alcanzó el 16,7%, frente a la media de las entidades financieras del 12,12% en agosto, último dato disponible.
Al menos siete postores, incluyendo cuatro bancos y tres empresas de inversión, han expresado interés en NCG Banco en los últimos quince días.
Centerbridge Partners y WL Ross, el grupo del multimillonario Wilbur Ross, que invirtió en un banco irlandés afectado por la crisis, son algunos de ellos, señalan las fuentes consultadas por Reuters.
La firma de servicios financieros de EEUU Guggenheim Partners es también otro de los interesados ​​en NCG Banco, y habría manifestado, según las fuentes, su voluntad de contar con un sistema de protección del Estado frente a las pérdidas.
En el caso de España, Popular, Santander, BBVA y CaixaBank han manifestado su interés.
Activos fiscales diferidos
El futuro comprador de NCG Banco también es probable que reciba un nuevo impulso por parte del Estado en forma de créditos fiscales. Al igual que sus rivales españoles , NCG Banco cuenta con los llamados activos fiscales diferidos, algunos de los cuales el gobierno convertirá en créditos respaldados por el Estado, para que puedan contar como capital en virtud de las nuevas normas de Basilea III.
Este cambio en las reglas es una de las pocas palancas que tiene el gobierno para negociar.