
La nueva amenaza para la periferia de la zona euro llega de manos de la deuda empresarial. Según informa el Fondo Monetario Internacional en su Informe de Estabilidad Financiera (GFSR, por sus siglas en inglés) parte del excesivo endeudamiento de las compañías está en manos de entidades financieras con poca capacidad para cumplir sus responsabilidades. Viñals: "Las ayudas a la banca española ya generan beneficios a las arcas del Estado".
¿El resultado? Un escenario que podría hacer temblar de nuevo los balances de los bancos de España, Italia, y Portugal, que podrían enfrentar hasta 249.000 millones de euros en pérdidas brutas.
En el caso español, y en el más adverso de los escenarios, la cifra total alcanzaría los 104.000 millones de euros en dos años. Ahora bien, su situación se distancia del caso italiano y portugués porque esta cifra "estaría totalmente cubierta por las provisiones de capital existentes" en las entidades bancarias, según indica el documento.
Es decir, "tras varias revisiones sobre la calidad de los activos y pruebas de resistencia, los bancos españoles han incrementado sus provisiones al respecto, especialmente en lo que se refiere a su exposición a la construcción y el mercado de vivienda", añade.
Italia, en peor situación
Por el contrario, nuestros vecinos italianos se quedarían cortos y les faltarían 53.000 millones de euros para enfrentar pérdidas de 125.000 millones de euros. Aún así, según indicó el Fondo, la brecha en las provisiones podría costearse a través de los beneficios operativos de la banca italiana sin erosionar sus colchones de capital.
En el caso portugués, las pérdidas podrían ascender hasta los 20.000 millones de euros, por lo que sus provisiones necesitarían 8.000 millones de euros más. Como sucede en Italia, esta cifra podría cubrirse a través de los beneficios generados por las entidades bancarias.
Para José Viñals, director del Departamento de Asuntos Monetarios del FMI, las acciones políticas a nivel regional y nacional en la zona euro "han reducido las presiones sobre la financiación de los soberanos más débiles y los bancos" pero, sin embargo, "el crédito sigue viéndose obstaculizado por la fragmentación financiera".
En este sentido, el exsubgobernador del Banco de España explicó que una parte significativa de la deuda de las empresas en las economías está ahora en manos de entidades con escasa capacidad de servir con sus responsabilidades de deuda, algo que el Fondo denomina como "sobreendeudamiento".
Viñals puso de manifiesto que la gravedad de esta situación no debe ser ignorada puesto que su equipo estima que incluso si la fragmentación financiera se corrigiera, la carga de la deuda seguirá siendo persistente y ascendería casi a una quinta parte de la deuda total de las empresas de Italia, Portugal y España .
Este sobreendeudamiento afecta al sistema bancario a través de pérdidas en los préstamos corporativos. Es por ello que el director del Departamento de Asuntos Monetarios del FMI indicó que algunos bancos tendrán que aumentar sus provisiones contra las pérdidas esperadas ya que esta situación podría "absorber una gran parte de los futuras beneficios de los bancos y, en algunos casos, la capital", aseguró.
Desde el Fondo reiteran que es necesaria una serie de medidas para hacer frente al legado de la debilidad de los balances empresariales y bancarios en la zona del euro. La carga de la deuda corporativa debe ser abordada de forma "integral". En este sentido, Viñals mencionó fórmulas para limpiar los balances así como mejoras en la legislación relativa a las quiebras. También hace referencia a las entidades especiales de gestión de activos, que sean capaces de reestructurar préstamos.
En cuanto a los bancos, las pruebas de estrés previstas por las autoridades europeas "son una oportunidad de oro para llevar a cabo una revisión exhaustiva y transparente de la calidad de activos del banco e identificar los déficit de capital", dijo Viñals, quién incidió que es necesario imponer mecanismos de protección creíbles antes de que concluya el ejercicio para garantizar que se podría compensar cualquier deficiencia en el caso de que los fondos privados sean insuficientes. "Un fortalecimiento de los balances bancarios tiene que ir mano a mano con el progreso adecuado hacia la unión bancaria".