
Pagarán eléctricas y consumidores. El Ministerio de Industria subirá la luz un 3,2% de manera inmediata para poder cuadrar la reforma energética, ya que los Presupuestos Generales del Estado tan solo asumirán 900 millones de euros de las extrapeninsulares. En directo: así fue la presentación de la reforma energética tras el Consejo de Ministros | Consulte el documento: Reforma del sistema eléctrico, una reforma necesaria (.pdf)
Esta subida se sumará a la del 1,5% que ha experimentado el recibo para los consumidores domésticos desde el pasado 1 de julio. Sin embargo, a lo largo del año la subida hasta el momento es nula porque se redujo a principios del ejercicio como consecuencia de una brusca caída de la subasta del mercado mayorista.
Con este nuevo incremento el Gobierno pretende recaudar 900 millones y reparte el resto de esfuerzo de la reforma entre eléctricas y renovables a razón de 1.300 millones cada una para ahorrarse un total de 2.700 millones. Esta es la cifra que dejarán de ingresar las compañías del sector por sus servicios de generación y transporte.
No obstante, queda en el aire un nuevo recorte en caso de que finalmente las cuentas públicas no asuman los 900 millones de euros previstos, ya que esta partida se negociará en los próximos meses y dependerá de la disponibilidad de los Presupuestos.
Estos recortes se regularán a través del Real Decreto de Estabilidad Financiera que además fija un tope de 500 millones de euros de déficit para cada año para desajustes imprevistos.
Cambio en el acceso de las renovables
El recorte para el sector convencional entrará en vigor al día siguiente de la publicación en el Boletín Oficial del Estado, mientras que para las renovables se aplicará el 1 de enero de 2014 una vez que se tenga en marcha el nuevo mecanismo que sustituirá al régimen especial. A continuación se hará una liquidación para que devuelvan lo cobrado en exceso respecto al nuevo mecanismo desde el 13 de julio hasta final de año.
La reforma también recoge una modificación importante del mercado mayorista de electricidad, ya que suprime la prioridad de despacho de las renovables para evitar que se oferten a precio cero y hundan el mercado.
Así, las tecnologías verdes se ofertará a coste producción y a partir de ahí el Gobierno calculará la cantidad con la que retribuir a cada tecnología. El modelo de retribución de las actividades reguladas se revisará cada seis años.
La reforma eliminará el sistema de primas a las energías renovables, que pasarán a cobrar en función de un diferencial sobre el bono español, al igual que la distribución y el transporte de electricidad, que verán modificada también sus fórmulas de remuneración.
El Gobierno establecerá el concepto de rentabilidad razonable para los tres componentes del sistema (renovables, transporte y distribución) que consistirá en 300 puntos básicos sobre la media de los últimos tres meses del bono a 10 años para las instalaciones de régimen especial y de 200 puntos básicos para el transporte y la distribución.
Hibernación de ciclos
Por otro lado, el Gobierno hibernará unos 4.000 megavatios de ciclos combinados y reducirá el incentivo de los ciclos combinados de los 27.000 euros por megavatio a los 20.000 euros. A cambio se amplía la vida útil de estos incentivos a diez años.
La reforma energética fracasa en el sentido de que este año continuará habiendo déficit y en que el sacrificio a realizar por el Estado quedará finalmente muy reducido.