
El Ministerio de Fomento quiere dar un empujón definitivo al consorcio español que pujará por el AVE a Brasil, un contrato que podría estar valorado en 3.500 millones de euros. Ana Pastor viaja el domingo al país latinoamericano para reunirse el lunes y el martes con empresarios del país y con autoridades del Gobierno de Rousseff.
Además de Pastor, la comitiva española se completa con el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, y los presidentes de Renfe Operadora y la consultora pública Ineco, Julio Gómez-Pomar y Pablo Vázquez, respectivamente.
El papel de estas dos últimas empresas en el consorcio español es fundamental porque el ganador del concurso deberá explotar la línea de alta velocidad que une Río de Janeiro y Sao Paulo durante los siguientes 40 años. Tanto Gómez-Pomar como Vázquez explicarán la capacidad tecnológica y operacional de la propuesta española.
Encuentro con empresarios
El lunes habrá un encuentro con empresarios en Sao Paulo y el martes la comitiva viajará a Brasilia, la capital, para reunirse con las autoridades. Además de visitar al ministro de Transportes, César Borges, también tendrán una reunión con el presidente de la EPL (Agencia de Planificación y Logística de Brasil), Bernardo Figueiredo, y el director general de la ANTT (Agencia Nacional de Transportes Terrestres), Jorge Luiz Macedo.
La comitiva llegará la próxima semana a Brasil sin que el consorcio español esté definitivamente cerrado. Tras formalizarse en un primer momento dos ofertas diferentes -una liderada por CAF y Thales España y otra por Talgo, Indra y las empresas del Ministerio de Fomento (Renfe, Adif e Ineco)-, Pastor reunió a ambos consorcios y les exigió que había que pujar con una única oferta para que la industria ferroviaria española tuviera más posibilidades. Según explican fuentes conocedoras del proceso, la decisión definitiva de los candidatos no está tomada porque tanto Talgo como CAF son enemigos acérrimos en el mercado y no ven claro un consorcio único.
Precisamente, la ministra de Fomento y su equipo, además de exponer las bondades de la tecnología ferroviaria nacional, pedirán durante la visita más información sobre las condiciones del concurso para ver si Talgo y CAF se podrían complementar en la misma oferta.
Si no se anuncian nuevos retrasos -una opción que no está del todo descartada- el próximo 8 de agosto todos los candidatos deberían presentar su propuesta, por lo que el consorcio español debería estar formado lo antes posible para tener margen de sobra con el que poder presentar una oferta competitiva. Siempre que el calendario y las condiciones se mantengan, la intención del Gobierno de Rousseff es realizar en febrero de 2014 una subasta pública en la bolsa de Sao Paulo para conocer al ganador definitivo tras pujar por la oferta final de una manera transparente.
A diferencia del AVE de La Meca, los interesados en este proyecto necesitan financiación previa, ya que deberán aportar el 20% del importe total del contrato, lo que podría suponer 700 millones.