
El Ministerio de Fomento no quiere que se cometan los mismos errores en la puja del AVE a Brasil que ya se cometieron en el concurso de La Meca. La ministra reunió el pasado miércoles a las empresas interesadas en el contrato para unir Río de Janeiro y Sao Paulo con un tren de alta velocidad y les explicó que el grupo Fomento (Adif, Renfe e Ineco) sólo apoyará a un consorcio español si este es único, según explican fuentes conocedoras del contenido de la reunión.
Además de la presencia de la ministra, estuvo el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, y los presidentes de Renfe, Julio Gómez-Pomar, y Adif, Gonzalo Ferre. Por parte de las empresas interesadas participaron, entre otros, primeros espadas de Talgo, CAF, Thales, Abengoa, Indra, Bombardier España y Dimetronic (propiedad desde hace varios meses de Siemens).
Decisión firme
La decisión de la ministra es tan firme en este sentido que en el caso de que se constituyan varias ofertas españolas para pujar por el concurso, el grupo Fomento no iría a la licitación, señalan las mismas fuentes. Además, el Ministerio recordó que, a diferencia del AVE a La Meca, en este contrato los interesados deberán aportar un porcentaje del dinero por adelantado, aproximadamente el 20 por ciento del importe total. Aunque todavía no se ha dado una cifra definitiva al AVE carioca, se podría estar hablando de 3.500 millones de euros, por lo que el consorcio que se presentara debería aportar unos 700 millones.
Rivalidad de Talgo y CAF
El mayor inconveniente a priori de una oferta conjunta española sería conjugar los intereses de Talgo y CAF (este último se alió en un primer momento con Thales España), dos fabricantes ferroviarios históricos que siempre han sido rivales en el mercado. Ambos tienen en marcha el lanzamiento de un nuevo tren de alta velocidad: el Avril, en el caso de Talgo, y el Oaris, en el de CAF, por lo que sería complicado presentar un AVE en el que participaran ambas empresas.
Además, las autoridades brasileñas podrían exigir que el tren tuviera más de cinco años de experiencia probada, por lo que en ese caso sólo valdría el Pato de Talgo, que ya opera en el mercado español y que se está construyendo para el AVE a La Meca.
La formación del consorcio urge porque si no cambian las condiciones y los plazos de la licitación (como ya ha ocurrido en varias ocasiones) el próximo 8 de agosto los candidatos tendrían que presentar su propuesta. Si todo marcha según lo establecido, en febrero de 2014 se realizaría una subasta pública en la bolsa de Sao Paulo para conocer al ganador tras pujar por la oferta final de una manera transparente.
Aunque todavía no se han hecho públicos los consorcios, media docena de empresas ya han mostrado su interés. Además de las dos candidaturas españolas, encabezadas hasta el momento por Talgo por un lado, y CAF y Thales España por otro, otras empresas como la francesa Alstom, la japonesa Mitsui, la alemana Siemens o la italiana Ansaldo siguen de cerca el proceso. Un portavoz oficial del Ministerio consultado por la reunión confirmó el encuentro y su contenido.
Fomento quiere a toda costa una candidatura única para evitar los mismos problemas que se produjeron durante el concurso del AVE a La Meca y que pudieron haber dañado los intereses españoles. Al final, todas las empresas se unieron en un único consorcio y fueron capaces de ganar en un pulso hasta el último momento con Alstom. Ahora el equipo de Ana Pastor quiere que este éxito de la marca España se repita también en la alta velocidad brasileña.