Empresas y finanzas

La CNMV exigió a Pescanova aclarar su deuda dos veces en sólo cinco años

  • La banca y varios accionistas reclaman que se nombre a un consejero delegado

Las sospechas sobre la deuda oculta de Pescanova no han pillado por sorpresa a todos. Bajo la presidencia de Julio Segura, la CNMV pidió entre 2007 y 2011 a la compañía que aclarara tanto su deuda como la situación en la que se encontraban algunas de sus filiales, al menos en dos ocasiones.

La primera fue mediante una carta el 1 de junio de 2007, apenas un mes después del nombramiento de Segura. Tras analizar las cuentas de la compañía correspondientes al ejercicio anterior y su informe de auditoría, el supervisor de los mercados exigió a la empresa que aclarara, entre otras cosas, los compromisos financieros pendientes con acreedores comerciales y otras cuentas a pagar a corto plazo.

El presidente de la compañía, Manuel Fernández Sousa, envió entonces un comunicado de respuesta como complemento al informe anual en el que reconocía una deuda de 455,4 millones con sus proveedores, además de otros pasivos a corto por 98,1 millones. Tres años después, el 21 de junio de 2010, la CNMV volvió a reclamar a la compañía nueva información sobre su balance, que no recogía toda la información requerida por las normas internacionales de contabilidad (Niif).

Así, por ejemplo, exigió de nuevo información sobre los acreedores a corto, los activos financieros que a la fecha de la presentación de las cuentas estaban en situación de morosidad y los instrumentos financieros derivados.

En esta misma línea, la CNMV preguntó también en varias ocasiones a la compañía sobre la situación de algunas de sus filiales y su consolidación dentro del grupo. Hasta 2001 y durante 10 años, Ernst & Young había puesto salvedades a la empresa por no aclarar las reservas y resultados de sus participadas escudándose en el "valor estratégico de los recursos pesqueros". Desde ese ejercicio, y tras un cambio en las normas de contabilidad, BDO dejó de incluir esa salvedad, pero el supervisor siguió pidiendo aclaraciones en varias ocasiones. En todos esos casos, sin embargo, el equipo de Julio Segura se dio por satisfecho con las aclaraciones de la compañía y decidió ir más allá.

El supervisor investiga

Todo, hasta ahora, cuando, bajo la presidencia ya de Elvira Rodríguez, se ha decidido abrir un expediente que se puede saldar con varias multas por infracciones muy graves, sobre todo después de que la compañía haya admitido ya la existencia de deuda oculta, que podría llegar hasta los 1.000 millones de euros.

La banca acreedora de Pescanova se ha mostrado partidaria, por otro lado, de que la firma gallega nombre una figura similar a un consejero delegado que lidere la interlocución con las entidades para renegociar su deuda, algo que ya solicitaron varios consejeros al presidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa. Es una petición que habrían realizado Damm y Luxempart Los acreedores, que buscan un asesor financiero y otro jurídico, se reunieron ayer para tratar de avanzar en las líneas de negociación con la compañía. A la reunión asistieron representantes de Pescanova, pero no su presidente.

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