Empresas y finanzas

Iberia y Orizonia ponen en jaque al turismo en España

Los paros en la compañía aérea y la solicitud de preconcurso del operador por culpa de la CNC golpean el negocio.

Al turismo español se le acumulan los problemas. A la crisis en Iberia y el alza de las tasas y el IVA se suman los tambores de quiebra que suenan en Orizonia. El tourperador necesita con urgencia una inyección de liquidez para poder sobrevivir y las reticencias de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) a dar luz verde a su integración con Globalia no han hecho otra cosa que poner al gigante al borde de la quiebra. Ayer por la mañana la IATA retiró la licencia de vender billetes al grupo (al cierre de esta edición la web de Vibo Viajes, la agencia del grupo, seguía bloqueada) que esa misma mañana había solicitado el preconcurso de acreedores al no recibir los 25 millones de euros que, de haberse aprobado la operación, Globalia habría inyectado.

La asociación internacional de transporte aereo cortó el grifo de la venta de billetes a Orizonia por no pagar 15 millones de euros, pero le ha dejado la puerta abierta a devolverle la licencia: si paga antes del martes, la decisión se revocará sin sanciones. Según explican desde la compañía que dirige José Duato, IATA ha tomado esa determinación poque Orizonia no ha tenido ningún incidente de impago en el último año. La retirada del permiso para vender billetes o volar (Orbest, la aerolínea del grupo, canceló ayer vuelos) es el golpe de gracia que termina por hundir una agencia.

Reticencias en Competencia

La situación que atraviesa Orizonia es muy complicada. El grupo turístico arrastra una deuda de 623 millones de euros, que no puede pagar y tiene serios problemas de liquidez. Tras estas tensiones está la decisión de sus accionistas, los fondos de capital riesgo Carlyle, Vista Capital e ICG, de tirar la toalla y cerrar el grifo de la financiación. Ante esta situación, Orizonia buscó un comprador y tras varias posibles bodas se comprometió con Globalia. El touroperador acordó comprar el grupo de Duato a cambio de una inyección de 60 millones de euros y una quita de 80 por ciento. Sólo faltaba la bendición del organismo que preside Joaquín García Bernaldo de Quirós, que se esperaba este mes.

Ante, la decisión de la CNC de "estudiar más a fondo la operación ante los peligros para la competencia", la boda se ha retrasado dos meses, lo que ha supuesto que Ozonia no tenga fondos para pagar a sus proveedores ya que Globalia, que ya inyectó 15 millones en diciembre, se ha negado a entregar el siguiente pago de 25 millones. No en vano, y aunque Orizonia haya acusado al grupo que preside Juan Jose Hidalgo de "incumplir sus compromisos", el grupo turístico sólo iba a desembolsar el segundo pago de 25 millones si tenía la aprobación final de la CNC.

Fuentes del sector explican que Competencia, Orizonia y Globalia se reunieron el jueves para decidir el futuro de la operación de integración que crearía a uno de los gigantes de turismo mundial con una facturación de más de 5.000 millones de euros. Según explican estas fuentes, el organismo que preside Bernaldo de Quirós propuso a los novios un alzamiento de ejecución que se traduciría en que Globalia toma la gestión de Orizonia hasta que la CNC se pronuncie definitivamente sobre la operación. Globalia no aceptó esta solución parche, porque Competencia no le aseguraba que fuera a aprobar la operación y no estaban dispuestos a jugársela. Por su parte, según explican desde el sector, Orizonia entiende que la CNC estaba dando su consentimiento implícito a la espera de establecer sus condiciones, por lo que dan por hecho que Globalia ha faltado a su palabra.

¿Quiebra, ventas o socios?

Ante la falta de liquidez, Orizonia ha decidido declarar el preconcurso de acreedores. Con esta medida el grupo trata de resolver el problema con sus deudores por si misma y evitar que alguno de ellos solicite el concurso obligatorio. Así, consigue ganar cuatro meses al frente del grupo que le dan un margen de tiempo para encontrar una solución. "Los directivos están trabajando para encontrar una solución y pagar los 15 millones a IATA antes del martes y poder encontrar una solución para asegurar la supervivencia del grupo", explican fuentes cercanas a la compañía.

La solución podría pasar por vender algún activo, como ya se hizo con Rumbo, o encontrar un nuevo socio capitalista que entre en el grupo o lo compre. Aunque Orizonia parece que descarta la fusión con Globalia, lo cierto es que el grupo de Hidalgo asegura que mantiene su interés en hacerse con Orizonia. Así, no se descarta que estén a la espera que de que Gobierno se pronuncie y asegure la operación para terminar de ejecutarla. Aunque todo se solucione, el daño ya está hecho y, según explican en el sector, se han quedado pillados hoteles con deudas de 200 millones.

La posible caída de uno de los titanes del turismo español, que factura más de 2.300 millones de euros al año; da trabajo a 5.000 personas y copa el 80 por ciento de las rutas con Canarias y Baleares, supone un mazazo para el turismo español que pasa por un momento muy delicado (el PIB turístico cayó un 1,6 por ciento en 2012). Un golpe al que se suma la crisis en Iberia, la principal compañía aérea del país. La convergencia de las crisis en dos de las empresas más grandes de nuestra economía supone un misil en la línea de flotación de un sector que sobrevive gracias a las visitas de los extranjeros y que aporta el 10 por ciento del PIB

La crisis de la compañía aérea

Si la situación de Orizonia es complicada, la huelga de Iberia puede acabar definitivamente con la compañía. A las pérdidas acumuladas de 900 millones de euros desde el año 2008 y a unos números rojos de un millón de euros diarios desde 2012, la compañía presidida por Antonio Vázquez deberá afrontar el próximo lunes la huelga más salvaje de su historia.

El cálculo que ha realizado el Ministerio de Fomento es el de unas pérdidas de 10 millones al día, por lo que el agujero económico para Iberia en los 15 días de movilizaciones (repartidos en tres tandas de cinco días que comienzan el lunes) alcanzaría los 150 millones, una cifra insalvable para la ya maltrecha situación de la aerolínea.

A ello se suma la imagen internacional que podría dar, teniendo en cuenta que el turismo es uno de los emblemas de la economía nacional. Sólo por poner un ejemplo, el Departamento de Exteriores de Reino Unido, el Foreign Office, actualizó ayer viernes sus recomendaciones sobre España para advertir a sus ciudadanos sobre la huelga y aconseja a quienes tengan billetes para viajar a o desde España en las fechas afectadas que contacten con su compañía aérea para verificar el estado de sus vuelos y las posibles cancelaciones, retrasos y cambios.

Y es que, aunque las movilizaciones se desconvocaran este fin de semana gracias a la mediación del Ministerio de Fomento entre sindicatos y dirección de la compañía, el daño ya está hecho, puesto que los clientes han buscado otras alternativas de transporte evitando, en la medida de lo posible, volar con Iberia o sus compañías aéreas asociadas (Vueling, Air Nostrum e Iberia Express). Pese a los servicios mínimos marcados por el Ministerio de Fomento, desde la compañía existe cierto temor porque las movilizaciones el próximo lunes de los trabajadores puedan afectar a la actividad aprobada por el Gobierno.

De momento, los seis sindicatos mayoritarios de la aerolínea (CC OO, UGT, USO, Asetma, Sitcpla y CTA-Vuelo) han convocado una marcha que comenzará a las 8 horas desde la nueva zona industrial.

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