
Banco Popular se mostró tajante al afirmar que no iba recurrir a las ayudas públicas para cumplir con las exigencia de capital. Tras esta declaración de intenciones se esconden dos poderosas razones: escapar del control estatal y del interés de La Caixa. El presidente de la entidad catalana, Isidre Fainé, llegó a plantear a Mariano Rajoy sus planes para fusionar los dos bancos y "españolizar La Caixa".
Según informa hoy el diario El Mundo, el directivo se reunió con el jefe del Ejecutivo el pasado 18 de septiembre en La Moncloa. El encuentro tuvo lugar justo después de la Diada, que este año vino cargada de un elevado contenido independentista y fue antesala del reclamo de segregación de Artur Mas.
Este precisamente fue uno de los puntos que trataron Fainé y Rajoy en la reunión, pero no fue el único. El banquero propuso al presidente el proyecto de fusión del banco que dirige con el Popular, un paso que dentro de Caixabank se consideraba como "una buena oportunidad desde todos los puntos de vista".
La propuesta también sería vista con buenos ojos en el Gobierno, que la considera "una forma de engarce de Cataluña con España", según recoge el rotativo citando a fuentes de Moncloa.
Sin embargo, desde el Ministerio de Economía han insistido en que no se ha forzado a Popular a decantarse por ninguna operación, aunque dejan la puerta abierta en función de cómo resuelva el proceso de captación de fondos. "Creemos que el Popular puede recabar sin problemas capital y resolver por sí mismo la situación. Otra cosa es si la ampliación fracasa", apuntan las citadas fuentes.
Popular se resiste
Por su parte, Banco Popular aspira a preservar las riendas del negocio. Si bien ha estado tanteando una posible integración con BMN (Banco Mare Nostrum), la fusión con La Caixa no es por ahora plato de buen gusto. De acuerdo con El Mundo, el consejo se reunió de urgencia el 30 de septiembre y rechazó de pleno la posibilidad. Y, pese a tener unas necesidades de capital de 3.223 millones, según el informe de Oliver Wyman, tampoco quiere recurrir al auxilio estatal.
En su lugar, Popular ha puesto en marcha una ampliación de capital por 2.500 millones de euros por la que ya han mostrado interés 14 entidades. El banco que preside Ángel Ron ha recibido ofertas de aseguramiento por unos 8.000 millones de euros.
A la espera de cómo resulte esta ampliación, que se realizará a mediados de noviembre, parece que el carpetazo al ofrecimiento de La Caixa no es definitivo. En los últimos días, representantes de ambos bancos habrían retomado los contactos.