Empresas y finanzas

Agencias de rating deberán aplicar nuevas prácticas tras la crisis 'subprime'

Barcelona, 22 mar (EFECOM).- Las agencias de rating -calificación de riesgos- deberán cambiar sus prácticas después de la crisis de las hipotecas de alto riesgo 'subprime' que ha provocado una grave falta de liquidez en los mercados financieros mundiales, según señala Funcas en su último número de Cuadernos de Información Económica.

"En cuanto a las agencias de rating, a estas alturas, ya parece claro que las primeras pautas de lo que será su nuevo código de conducta adelantan la prohibición de asesorar el diseño de productos estructurados a los que también se otorgue una calificación", señala un trabajo del director del servicio de estudios de Caja Madrid, José Ramón Guijarro, en un artículo titulado "La tormenta perfecta", que recoge la publicación de Funcas.

Las agencias de rating como Moody's, Standard & Poors o Fitch otorgaron calificaciones de riesgo triple A, las de mayor solvencia, a paquetes de hipotecas que los bancos estadounidenses titulizaban y colocaban en los mercados financieros ofreciendo rentabilidades por encima de la media, pero que incluían importantes cantidades de hipotecas denominadas 'subprime'.

Estas hipotecas tienen un alto riesgo de impago, ya que se otorgan a familias desfavorecidas, con altos niveles de morosidad y bajos ingresos, un mercado que, con el desplome del sector inmobiliario en Estados Unidos, ha aflorado todos sus riesgos y ha contaminado no sólo a la banca estadounidense, sino también a la de muchos países de Europa, como Francia, Alemania y Suiza, que habían comprado los títulos.

En este estudio se asegura que a partir de ahora el asesoramiento del diseño de este tipo de productos estructurados "deberá ser realizado por empresas totalmente independientes" y quedar al margen de las agencias de rating.

Éstas "deberán incrementar la formación a los inversores para un correcto entendimiento de lo que supone una calificación e incluir en las valoraciones factores como la liquidez o la volatilidad", asegura este informe.

Estos cambios ya se han reflejado, según este trabajo, en que "Moody's ya ha anunciado un nuevo sistema de calificación para estructuras complejas de deuda".

En el nuevo sistema, Moody's "usará números en vez de letras, para que los inversores diferencien mejor estas calificaciones de las tradicionales, asignadas a fondos soberanos y empresas".

En este análisis de la crisis de las 'subprime' se afirma que ésta "se hizo más aguda cuando se produjo una incorrecta valoración de los riesgos por parte de los inversores, que en muchos casos habían comprado estructuras de activos que no comprendían; eso sí, con el 'sello de calidad' de las agencias de calificación".

El estudio señala además "el posible conflicto de intereses en que incurren las agencias de calificación, pues son aquellos que reciben sus calificaciones los que pagan sus emolumentos".

Por ello se está planteando a medio plazo, según este estudio, "arbitrar un mecanismo que permita a los inversores pagar al menos una parte de los honorarios de estas agencias".

Al conflicto de intereses de las agencias de rating se le dio "una nueva vuelta de tuerca" cuando estas firmas "asesoraban en el diseño y construcción de las estructuras de activos con el objetivo de conseguir las máximas calificaciones que ellas mismas concedían".

Además, este estudio señala que las agencias de calificación "no tienen ninguna experiencia en evaluar y procesar" este tipo de información que les facilitaban los colocadores de los títulos.

"Finalmente las agencias de rating han tenido que reconocer sus errores y han terminado bajando sus calificaciones", lo que ha obligado a los fondos a vender, haciendo mayor el problema.

Así, el 70% de los RMBS -paquetes de préstamos hipotecarios que a su vez forman parte de otros paquetes de prestamos denominados CDO's- que Standard & Poors había calificado con AAA en 2006 están en observación con perspectivas negativas, al igual que el 46% de los emitidos en 2007, un problema que afecta a un volumen de deuda emitida por valor de más de 270.000 millones de dólares, sólo para este último año. EFECOM.

ml/mg/txr

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky