
Quizá le sorprenda saber que las empresas cerveceras empiezan a conquistar territorio de las empresas de refrescos, pero tampoco podemos olvidar que es una de las bebidas más importantes que ha producido la humanidad.
Si los refrescos pueden presumir de más de un siglo aliviando nuestra sed, la cerveza data de hace más de 7.000 años -pues su producción está documentada desde tiempos de los Sumerios-. Hamurabi (Rey de Babilonia) fue el primero en decretar los márgenes sobre su producción, precio y los castigos por adulteración -morir ahogado en la cerveza trucada-. Tan importante es para la humanidad, que según una tabla asiria, fechada en el año 2.000 antes de Cristo, formaba parte de las provisiones del arca de Noé. "Es guay, es legal y es adictiva... el trabajo está casi hecho" como decían en la película Gracias por Fumar (2005).
Ab Inbev anunció que a partir del primer trimestre de 2013 se hará con el 51 por ciento, que le faltaba, de la compañía mexicana Grupo Modelo -el fabricante de Coronita-. De esta forma, el grupo cervecero belga afianza su posición como el mayor distribuidor de la bebida en el mundo, y se convierte en la firma más grande de Europa por capitalización bursátil.
La casa Inbev está formada por marcas como la germana Beck's, producida en Bremen, que es la alemana más vendida en el mundo; la belga e internacionalmente conocida Stella Artois; la argentina Quilmes; la popular Brahma brasileña; la estrella de St. Louis Missouri, Budweiser; y ahora la cerveza más importada en EEUU, la Coronita mexicana -cuyo nombre fuera de España es Corona-.
Y es que más allá de los cambios en la estructura cervecera mundial, la bebida alcohólica por excelencia empieza a ser un competidor incómodo para las todopoderosas Coca-Cola y Pepsi. Y no es que las grandes de los soft drinks no vayan por buen camino, si no que firmas como Heineken o Inbev crecen a un ritmo envidiable. En sólo una década, la capitalización de mercado de Heineken ha crecido más del 100 por ciento, pero la que realmente sorprende es InBev, que en los mismos 10 años ha aumentado su tamaño bursátil casi al mil por ciento, convirtiéndose en la firma más grande del Viejo Continente. Mientras tanto, Pepsi y Coca-Cola apenas crecen en el mismo período un poco más del 50 por ciento.
Las bebidas, un negocio sin crisis
El negocio de las bebidas no deja de crecer, basta con mirar que el beneficio neto total de las cuatro empresas ha pasado los 8.869 millones de euros a los 23.448 millones, entre 2002 y 2012. Apenas hace unos meses Coca-Cola daba a conocer su plan '2020 Vision' con el que intenta duplicar sus ventas durante esta década, pero sin lugar a dudas la cerveza empieza a jugar un papel casi tan importante como el que ya juegan las grandes refrescantes -Coca-Cola y Pepsi- del siglo XX.
En 2002, por tamaño entre las cuatro empresas, había un claro líder, Coca-Cola, con más del 50 por ciento, perseguido por Pepsi, con más del 30 por ciento. En aquel entonces, las dos cerveceras apenas representaban poco más del 10 por ciento. Una década después las cosas han girado por completo, pues aunque Coca-Cola aún representa poco más del 40 por ciento de valor bursátil, InBev cambia el panorama y se planta como un rival importante representando el 25 por ciento de la capitalización bursátil de este negocio -con el mismo tamaño que Pepsi-.