Novagalicia Banco ha devuelto ya 1,4 millones de euros por las inversiones que 55 clientes tenían en participaciones preferentes, a los que el tribunal de arbitraje les ha dado la razón, según los datos facilitados por el Instituto Gallego de Consumo a la entidad. Son los primeros casos resueltos en las dos semanas que lleva en marcha el proceso arbitral y en todos ha exigido al banco reintegrar los ahorros -una media de 25.500 euros por cliente-.
La cifra es minúscula frente a los 43.000 clientes a los que Novagalicia colocó este producto de inversión complejo por un valor próximo a los 900 millones, al ser también muy incipiente la solución.
El proceso arbitral se inició a instancia del propio banco para dar una solución ágil a los clientes con ahorros atrapados en las participaciones preferentes y tras recibir el visto bueno de Bruselas. Unos 5.800 clientes han solicitado ir al arbitraje al Instituto Gallego de Consumo. Cada petición debe ser después verificada y validada por la entidad financiera y PricewaterhouseCoopers, como valorador independiente. Y a pesar de que esos trámites consumen un tiempo, han aceptado 1.100 casos y el árbitro ha citado a un centenar de clientes para escuchar su caso y tomar una resolución en las próximas semanas.
El arbitraje es suceptible de dar solución a los clientes a los que no debieron colocarse preferentes por su insuficiente cultura financiera para entender el riesgo que asumía o a los que no se les informó adecuadamente sobre el producto, que pueden alegar vicio de consentimiento. También es fácil que prosperen aquellos otros casos que prueben defecto de forma (por ejemplo, contratos sin firmar).
El resto deberán esperar, probablemente, a la solución que Bruselas acepte para la generalidad de los inversores de deuda subordinada e híbrida de entidades nacionalizadas. La Comisión Europea exige que los accionistas, bonistas y demás acreedores de una entidad que reciban ayudas contribuyan en su recapitalización.
El Gobierno y las entidades negocian, no obstante, fórmulas con Bruselas para intentar minimizar esas pérdidas o, incluso, que puedan devolverles toda la inversión.