Empresas y finanzas

El Banco de España evapora todo su prestigio internacional en cuatro años

El Banco de España, y en particular su gobernador, Fernández Ordóñez, ha sido duramente criticado por partidos políticos, sindicatos, banca y cajas, expertos, bancos de inversión y analistas. A punto de finalizar su mandato, el hasta hace muy poco indiscutible prestigio del Banco de España ha dado paso a una glaciar relación con Economía y a la sustitución de buena parte de sus funciones por parte del BCE.

Ha perdido todo el crédito que tenía como regulador solvente y fiable. La auditoría que realizará el BCE para aflorar el verdadero agujero de las entidades por su exposición al ladrillo es la puntilla de un proceso largo, en el que paso a paso el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha ido laminando la credibilidad del supervisor.

La politización de sus decisiones y actos, la falta de autoridad, los engaños y la lucha con los inspectores han marcado un mandato que está a punto de finalizar, en plena crisis. Estas son las características principales que definen al actual Banco de España, según fuentes de distintas entidades.

España llevó a tener influencia en materia financiera, aunque si se pronuncia esta afirmación ahora podría causar hilaridad. Las famosas provisiones anticiclicas, impuestas por el regulador a principios de los 2000, encumbró la regulación sobre el sector a nivel internacional. A principios de la crisis, cuando las divisiones de banca de inversión de otros países dejaron la descubierto la falta de coberturas sobre riesgos excesivos, se alabó sin ambages la prudente política del Banco de España, que había obligado, muy a pesar del sector, a que destinarán un colchón de capital para época de vacas flacas. Esa influencia, en foros y organismos como el Comité Internacional de Basilea, del que forma parte el anterior gobernador, Jaime Caruana, se diluye sin remedio. Nuestro país no cuenta con asiento en la Autoridad Europea Bancaria, la que ideó los test de estrés que tan perjudiciales fueron para la banca española, y está apunto de quedarse sin representante en el consejo del BCE.

"Peor imposible"

"La gestión de Ordóñez no ha podido ser peor, imposible", destacan en una entidad, pero cuya opinión es compartida por casi todas. La polémica arrancó poco después de iniciarse su mandato en 2006. Entonces aún no había estallado la crisis. Pero a finales del siguiente año la desaceleración económica era evidente y las señales que emitían los datos de los distintos sectores y las advertencias de algunos expertos ya eran palpables. Para casi todos, menos para un Gobierno que debía enfrentarse a las urnas en la primavera de 2008 y para el regulador. En sus informes se negaba sistemáticamente la existencia de una crisis y sólo después de las elecciones, cuando ya no existe peligro de daño político para el PSOE, refleja el inicio de la recesión.

Pero lo peor, o lo más criticado, vino después. Afirmó, mientras pudo, que el sistema financiero español era uno de los más solventes del mundo, mientras desoía las advertencias del equipo de inspectores que tiene la entidad supervisora.

Tras la intervención de CCM, ya en 2009, el guión de Ordóñez será el de actuar lentamente y de forma poco traumática, con la excusa de que sería el mejor camino para sanear el sector y de forma más barata para el contribuyente.

De las 45 cajas de ahorros que existían al inicio de 2009, 23 han naufragado durante los continuos bandazos de la legislación o hundidas por sus propios errores sin que el Banco de España acertara a impedirlo. Mientras aconsejaba fusiones interregionales, acabó cediendo a los deseos de las comunidades para formar grupos sin salir de sus propios territorios.

Su discurso era el de amenazar, incluso con la intervención, sino se atendía a la mejor combinación de cajas, para luego consentir uniones con escaso fundamento financiero. Ese fue el caso, por ejemplo, de Novagalicia. El gobernador, en el Círculo de Empresarios de Vigo, lanzó esa advertencia sobre las dos cajas gallegas. El final ya se sabe: la fusión se llevó a cabo y ahora el Frob tiene el 93 por ciento de su capital.

Escándalo CAM

Otra de sus más sonadas polémicas fue la incorporación de la CAM al proyecto de Cajastur. Cuando el gobernador ya había declarado que todos los proyectos eran firmes, Cajastur le acusó de haberle engañado con el estado de la alicantina y forzó la ruptura de la fusión. Poco después fue intervenida por el Frob y se inició el proceso de su subasta en medio del escándalo de unos multimillonarios sueldos que escapron, incomprensiblemente, del control del supervisor.

Sin ningún rubor, y en medio del proceso de subasta, exclamó una de sus más célebres frases: "La CAM es lo peor de lo peor" y también aquella de "yo como ciudadano también me escandalizo de los sueldos de la CAM".

El que se escandalizan de él es ahora el que le nombró, el PSOE, que al igual que los sindicatos le recriminan que hubiera atendido más advertir al Gobierno sobre el mercado laboral que a poner en orden el sector. Ahora, Europa ignora la institución y serán dos consultoras extranjeras y el BCE quienes cifrarán el 'agujero' de la banca.

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