
Ocurrió a finales de 2010. Las deudas apretaban, Nueva Rumasa acumulaba ya importantes impagos y su situación comenzaba a ser agónica. El 15 de diciembre este diario publicó ante los gravísimos problemas de liquidez -tenían ya varias nóminas retrasadas- que los Ruiz-Mateos intentaban a la desesperada vender una parte de Clesa entre inversores particulares. Ruiz-Mateos, al banquillo por amenazar a un periodista de elEconomista.
Fue entonces cuando José María Ruiz-Mateos Rivero, antiguo consejero delegado del holding, llamó a este periódico para concertar una reunión en la mansión de Somosaguas. El encuentro se produjo unos días días después, el 22 de diciembre. Acudieron dos miembros del periódico y por parte de la familia los hermanos José María y Zoilo Ruiz-Mateos. Inicialmente, ellos negaron tener ningún tipo de problema. "Es mentira. Es todo falso. No debemos dinero a nadie", aseguraba José María, levantando la voz cada minuto un poco más y en evidente estado de nerviosismo.
En eso momento, y ante la advertencia de los dos periodistas de que si la conversación seguía en ese tono se marcharían, apareció el patriarca. "Yo he creado empleo, he creado un patrimonio y la clase obrera me está muy agradecida", inició su discurso en tono pacificador, recordando a sus padres y a la Virgen. "¿Qué debo hacer para arreglar esto?", preguntó entonces.
"Lo mejor es que convoque una rueda de prensa y que intente ser lo más transparente posible", le respondieron los periodistas. "Bueno, yo os pago para que lo hagáis vosotros", respondió entonces el empresario ante la sorpresa de los dos miembros de este periódico. "Nosotros no hacemos eso". "Sí, sí... ¿cuánto sería? No hay ningún problema con el dinero".
La estupefacción iba en aumento. "Nosotros no nos dedicamos a eso. Usted contrate a alguien para organizar una rueda de prensa, nosotros no lo vamos a hacer y no podemos aceptar dinero". Ruiz-Mateos se apartaba entonces un momento y volvía con dos imágenes de la Virgen a modo de regalo. "Bueno, pues aceptad esto", concluía.
Ahora, más de un año después, antiguos directivos del grupo han reconocido, alguno incluso en declaración ante el juez, que se organizaban comidas en Somosaguas con empresarios, políticos y periodistas para grabarlos y utilizarlo si era necesario en el futuro. Uno de los primeros en admitirlo ha sido, por ejemplo, Félix Uceda, exgerente del Rayo Vallecano y considerado ahora por la Fiscalía anticorrupción uno de los 27 testaferros del empresario jerezano.
Declaración de testigos
En su declaración ante el juez Ruz, que está instruyendo el caso por la presunta estafa de los pagarés, reconoció las grabaciones cuando se le preguntó por Barón, el sobrino que organizó todo el entramado internacional para desviar capitales.
"Yo... perdón. Alfonso Barón no he despachado con él. Le conozco de... de comidas, en la casa, que saben... vamos, no digan 'saben', se hacían comidas con empresarios y con más gente... incluso algunas se grababan", aseguró.
En la misma línea se ha pronunciado también Joaquín Yvancos, exabogado de la familia Ruiz-Mateos. "Citaban a la gente en Somosaguas y les grababan", asegura.