
El consejo de administración de PetróleosMexicanos se reunió el pasado lunes para analizar si podía exigir una indemnización a Sacyr por la venta de sus acciones pero finalmente no podrá llevar adelante su amenaza, tal y como explicaron a este diario fuentes jurídicas.
Esta opción, con la que había intentado amedrentar el ejecutivo de la petrolera, Juan José Suárez Coppel, a la nueva dirección de Sacyr no saldrá adelante ya que la forma jurídica que ha adoptado la constructora y Repsol para poder llevar a cabo esta operación de refinanciación incluye la ejecución de la participación por parte de los bancos y la posterior venta.
Con esta medida, el pacto parasocial que firmaron ambas entidades incluía la salvedad de poder descolgarse del acuerdo si uno de los socios tenía problemas para financiarse, como así ha sido, y permite que se quede libre de cualquier compromiso.
Apartir de ahora, se abre un nuevo escenario para Pemex, ya que se encuentra con una inversión del 10 por ciento en la petrolera y no ha logrado incrementar su influencia en la compañía. Además, el plazo que la petrolera tenía para ejecutar la compra se cerró y ya tiene efectivamente la participación. La situación entre Repsol y Pemex sigue siendo tensa.
De hecho, México se encuentra en periodo electoral y la posición adoptada por la petrolera ha sido muy discutida. Pese a todo, la empresa mexicana ha hecho un buen negocio con su inversión en Repsol, ya que compró a 19,5 euros y los títulos cotizan ahora por encima de los 22 euros por acción, por lo que registra unas jugosas plusvalías.
Otra cosa será las peticiones de investigación de la operación de sembarco que se realizaron a laComisión Nacional del Mercado de Valores por parte de los accionistas minoritarios y la vigilancia a la que había sido sometida la operación en México. De hecho, el equivalente al tribunal de cuentas mexicano estudiará la operación en Repsol cuando analice las cuentas estatales este mismo año.
El acuerdo alcanzado con Sacyr en Repsol tambien provocó un serio enfrentamiento de Coppel con una parte de su consejo de administración, que ahora podrá recriminarle el fracaso de la operación de intentar ganar peso en el accionariado de Repsol para aprovechar su tecnología.