¿Puede un solo hombre hacer tambalear uno de los pilares del sistema bancario francés? Eso es lo que pretende Société Générale, tras declararse víctima de un fraude colosal que le costará 4.900 millones de euros y que atribuye a uno de sus empleados. La explicación ha sido acogida con incredulidad en todos los mercados. Cóctel explosivo en Société Générale
Tras varios días de rumores de mercado sobre abultadas pérdidas, Société Générale ha revelado el fraude esta mañana, y de paso, una amortización por depreciación de activos de 2.050 millones de euros en las cuentas del cuarto trimestre de 2007, por su exposición a los créditos hipotecarios subprime en Estados Unidos.
El presunto autor del fraude es un empleado que cubría futuros en los índices de los mercados europeos, según explicó Daniel Bouton, el presidente de Société Générale, en una conferencia de prensa convocada apresuradamente en la sede del grupo. "Es un solo hombre que ha montado una verdadera empresa paralela, disimulada en el seno del grupo, utilizando los recursos de Société Générale, y que ha tenido la inteligencia de escapar a todos los procesos de control".
Dimisión y renuncia al bonus
Bouton, que presentó sus disculpas a los accionistas, anunció que él y el director general del banco, Philippe Citerne, han renunciado a sus bonus correspondientes a 2007 y a sus salarios mensuales del primer semestre de 2008. También declaró que "la situación financiera está restaurada" y no se ruborizó al felicitarse por el modelo de su banco y la calidad de sus equipos.
El presidente pde Société Générale presentó el miércoles su dimisión ante el consejo de administración del banco, pero el órgano la rechazó "reafirmando su confianza en él y en la gestión del grupo" y le ha pedido que lidere el retorno del banco "a la rentabilidad y el crecimiento".
Días de infarto
Oficialmente, el fraude, de una envergadura sin precedentes, fue descubierto tras un banal control de riesgos en la noche del viernes pasado, 18 de enero, cuando la acción Société Générale había perdido ya más de un 8 por ciento en la Bolsa de París. Hicieron falta dos días de investigaciones, hasta el domingo 20 de enero, para que Bouton fuera informado de los hechos.
El presidente de Société Générale reunió entonces un comité de crisis en el que participaron el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer y el secretario general de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), Gérard Rameix. Precisamente, unas recientes declaraciones de Noyer sobre la depreciación de activos de bancos franceses alimentaron el pánico en las bolsas europeas el lunes siguiente, 21 de enero.
Sin embargo, Bouton, Noyer y Rameix habían sellado en su reunión del domingo 20 un pacto de silencio para dar tiempo a Société Générale a gestionar la crisis. "La enorme posición que el operador había construido, y ocultado, debía cerrarse lo antes posible", ha explicado el presidente de Société Générale en una carta interna dirigida a los empleados.
Beneficios de 700 millones
En las actuales condiciones de extrema volatilidad, el banco juzgó imprescindible cubrirse las espaldas antes de informar al mercado. "Acabamos de vivir los cinco días más difíciles de nuestras vidas", aseguraba ayer una persona próxima a Bouton.
A pesar del fraude excepcional y de la crisis financiera, Société Générale espera realizar un resultado positivo de 700 millones de euros en 2007. En 2006, el banco registró unos beneficios de 5.200 millones. Bouton ha confirmado una ampliación de capital de 5.500 millones de euros, montada entre el domingo 20 y el miércoles 23 y garantizada por los bancos JPMorgan y Morgan Stanley, "lo que atestigua de la solidez de Société Générale", según Bouton.
La Comisión bancaria francesa ha anunciado la apertura de una investigación, mientras el gobernador del Banco de Francia, Noyer, se esforzaba por mostrarse tranquilizador: "Es un fraude muy grave, pero la Société Générale tiene sólidas espaldas. Ha podido tratar esta operación en unos plazos muy cortos. Este hecho no tiene nada que ver con la crisis de los subprimes".