
Las empresas de telecomunicaciones invertirán 25.000 millones de euros y crearán 40.000 nuevos puestos de trabajo directos en los próximos cinco años, según las estimaciones que maneja el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Las primeras inversiones, cifradas en 1.800 millones de euros, correrán a cargo de las operadoras de telefonía móvil que han resultado ganadoras de los concursos y la subastas públicas licitadas para adjudicar bloques de frecuencias estatales y regionales en las bandas de 800, 900 y 1.800 MHz, y 2,6 GHz, cuya duración será de veinte años, (2030).
Tras el concurso público cerrados en mayo, el pasado viernes y después de 166 rondas celebradas se adjudicaron mediante la fórmula de subasta los 51 de los 58 bloques de espectro radioeléctrico que permitirán a las compañías de telefonía móvil desplegar nuevas redes de cuarta generación (LTE) y prestar servicios de banda ancha móvil en zonas rurales.
Once competidores
A la subasta, abierta a todos los operadores del mundo, se presentaron un total de once compañías, nueve de las cuales han conseguido bloques de frecuencias en las bandas licitadas (800 y 900 MHz y 2,6 GHz). Las empresas ganadoras tras 22 jornadas de subasta son Euskaltel, France Telecom, Jazz Telecom, ONO, R, Telecable, Telecom CLM, Telefónica y Vodafone.
El precio de salida de los 58 bloques era de 1.453 millones de euros, pero al final los 51 bloques adjudicados supondrán unos ingresos para las arcas del estado de 1.647 millones, a los que hay que sumar otros 168 millones procedentes del concurso público celebrado en mayo pasado. De forma que el Tesoro Público ingresará por las dos licitaciones llevadas a cabo un total de 1.815 millones de euros, más de lo inicialmente previsto, que irán directamente a reducir el déficit público, según precisó el ministro de Industria, Miguel Sebastián. Los siete bloques de frecuencias por los que no se han recibido ofertas serán adjudicados el próximo otoño, según precisó el ministro.
La inesperada comparecencia del titular de Industria, que ayer comenzó sus vacaciones estivales hasta el 15 de agosto, también permitió abordar distintas cuestiones. Por ejemplo, los proyectos ministeriales pendientes de aprobar y que podrían quedar congelados como consecuencia del adelanto de las elecciones generales al 20 de noviembre. Según Sebastián, en esta tesitura se encuentran la reforma de la Ley de Telecomunicaciones, la de Distribución Comercial, la de Hidrocarburos y el sector eléctrico, el futuro de la liberalización del divi- dendo digital, el sector audiovisual, la remuneración eólica y termosolar, el Plan del Carbón o la renovación del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex).
El Congreso sigue operativo
Sobre la Ley de Telecomunicaciones el ministro significó su intención de "sacar adelante" la reforma antes de noviembre, dado que el plazo de enmiendas está concluido. "Aún no se han convocado elecciones, por tanto, hasta que no se disuelvan las cámaras el Congreso sigue operativo. Estamos intentando encajar el proyecto para que salga adelante, sobre todo, porque el plazo de las enmiendas ya ha terminado", señaló.
Durante su comparecencia ante los medios, sin corbata y con una sofocante temperatura ambiente de 26 grados en la sede ministerial, Sebastián reconoció que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero no le preguntó su opinión sobre el adelanto electoral al 20 de noviembre, fecha que fue defendida y rechazada por los distintos miembros del Gobierno.
Al final, recordó, se impuso el "potente argumento" de posibilitar al nuevo Ejecutivo gestionar los presupuestos del próximo año. Sobre su futuro profesional, el ministro dijo que lo meditará durante los próximos días de vacaciones.