Empresas y finanzas

Cinco entidades entrarán en pérdidas por los créditos 'tóxicos' en 2012

  • El colchón de provisiones cubre el 30% de los impagos previstos

El colchón de provisiones genéricas que acumula la banca de nuestro país asciende a 17.572 millones de euros, una cifra que servirá para amortiguar las pérdidas derivadas de los impagos de créditos, bien sean a promotores, a pymes o a particulares.

Este colchón cubre el 30% de los préstamos que se dejarán de pagar y supondrán un quebranto a las entidades españolas en los próximos dos años. Esta hucha permitirá a gran parte del sector escapar de los números rojos en 2011 y 2012, al tener que tirar en menor medida de los ingresos operativos que, además, sufrirán un decrecimiento por el estancamiento de la actividad.

Así se desprende de los resultados de los test de estrés en el escenario base, el que previsiblemente va a suceder y que se centra en una economía con un ligero repunte del 0,6% y un desplome de la vivienda superior al 24%.

Catalanas, vascas y gallega

Pero no a todas las entidades les será suficiente con las provisiones y entrarán su cuenta de beneficios será negativa a finales de 2012, debido, principalmente por la merma de los márgenes de explotación, aunque sus coberturas son de las más bajas del sector.

Estos grupos son CatalunyaCaixa, con pérdidas de 463 millones de euros; Novacaixagalicia, con 394 millones; Unnim, con 143 millones, Caja Vital, con 42 millones y Kutxa, con 10 millones. Éstas dos entidades están inmersas en un proceso de fusión con la otra vasca, BBK, por lo que de materializarse la operación, paliarían este agujero.

Hay una entidad, la balear Pollensa, que ni daría beneficios ni entraría en pérdidas, pero su tamaño es insignificante en el conjunto del sistema.

Del análisis de los datos de las pruebas de resistencia, se desprende paradójicamente que las cajas cuentan con peores ratios de capital que los bancos, en general, pero que cuentan con una cobertura mayor de los créditos. Esto se debe a que en los procesos de integración los saneamientos de activos se hicieron contra reservas en vez de utilizar la hucha de las provisiones genéricas, además de contar con las ayudas públicas recibidas por importe de 10.000 millones.

Alta cobertura

En concreto, los bancos cuentan con una cobertura media del 17,8% de las pérdidas esperadas (sin contar las dotaciones específicas, utilizadas para hacer frente a las insolvencias ya declaradas). El nivel de las cajas asciende al 48,66% de los impagos calculados. Hay varias entidades que podrían afrontar el total del agujero estimado por morosidad con las genéricas.

La cobertura de Banca Cívica alcanza el 117%, la de BBK, el 106%, y la de Mare Nostrum, el 100,6%. En el lado opuesto se encuentran Vital, con un 17,6% y Kutxa, con un 20%.

La cobertura de las grandes entidades se sitúa en torno al 20% de los riesgos previstos no dotados, pero la generación de ingresos es mucho mayor para hacer frente a eventuales quebrantos. El nivel de BBVA es del 19,6%; el del Santander, del 17%; y el de La Caixa, del 20%. En el caso de BFA-Bankia las genéricas, de más de 2.400 millones, servirían para 'tapar' el 44% de las insolvencias estimadas. Este grupo se ha visto beneficiado por el proceso de fusión.

Créditos tóxicos

El volumen de los activos 'tóxicos' asciende a 121.000 millones, de los que 46.700 millones son créditos a promotores y 686 millones corresponden a deuda soberana.

En la actualidad, el conjunto del sistema acumula una dotación específica por importe de 65.460 millones, que no sería suficiente para afrontar las pérdidas de los activos problemáticos. A este montante habría que sumarle los 17.572 millones de genéricas -que podrían aumentar en los meses venideros en función del volumen de actividad-. Esta hucha de 83.032 millones aún no cubriría los quebrantos. Pero se estima que el sector ingrese en los próximos dos años 85.171 millones.

Entonces el agujero proveniente de los activos malos se taparía en su totalidad y el sistema en su conjunto ganaría en torno a 47.200 millones, a los que habría que restar la partida de impuestos previstos de 4.500 millones. Es decir, los beneficios superarán los 40.000 millones en los próximos dos años.

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