Retirada. Las grandes entidades empiezan a replegarse ante el Real Decreto que penalizará a los superdepósitos a partir del próximo lunes, 4 de julio. Desde que hace un mes se anunció la nueva normativa con la que el Gobierno quiere frenar la batalla por captar financiación entre particulares algunas entidades ya han adaptado su oferta comercial.
Entre los depósitos de referencia en el mercado español, que publicitan claramente remuneraciones al ahorro a un interés en torno al 4%, ha desaparecido esta semana el de Popular. Su rentabilidad a un año pasa del 3,75 al 3,1%, que se había convertido en la referencia tácita de cómo están remunerando las grandes entidades este tipo de productos a los mejores clientes.
Popular fue uno de los pioneros en esta guerra con su depósito Gasol, que ha dejado marca propia en el sector, y ahora rebaja sus condiciones. Fuentes de la entidad aseguran que en estos momentos han conseguido "una posición de tranquilidad ante cualquier escenario de estrés en los mercados".
Más financiación
Por ejemplo, el ratio de créditos sobre depósitos ha mejorado en 9 puntos porcentuales, hasta el 150%durante el primer trimestre. Al mismo tiempo, confirman que han logrado financiación por otras vías: en lo que llevamos de año han emitido 1.700 millones de euros.
Pero tras el recorte en el rendimiento ofrecido en oficinas, Popular se cae cinco puestos desde la quinta posición que mantenía antes en la Primera División del depósito del mercado español.
También en su oferta comercial a más largo plazo Popular disminuye el atractivo. El depósito a 18 meses de la entidad se queda en el 3,5%, mientras que antes la remuneración alcanzaba el 4,25%. La rentabilidad a 2 años también cae ya por debajo del 4 por ciento, hasta el 3,75%, desde el 4,4 anterior. Y la retribución a 36 meses se contrae hasta el 3,95%, tras remunerar un 4,5%.
Ni el primero ni el último
Popular es una más de las entidades que se está ajustando a la nueva normativa. No es la primera ni será la última. Por su parte, La Caixa también ha recortado el interés de su depósito a un año hasta el 3%, desde el 4% que ofrecía antes.
El cambio de estrategia está siendo inevitable. Hace sólo unos meses que las entidades volvían a sacar su artillería en la guerra por el pasivo, renovando la oferta que lanzaron el año anterior. De hecho, entidades como Banco Espirito Santo -que en este caso no se ve afectada porque no está suscrita al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y sólo actúa como sucursal en España- elevaron el listón con ofertas del 4,26% a un año, e incluso del 4,8% a 24 meses.
La gran banca española también se sumó a esta lucha para mantener a sus clientes, aunque no plasmara claramente en su oferta el interés que podían llegar a ofertar. "Las entidades han empezado a subir los precios para no perder clientes. Algunas ofrecen en el tú a tú precios más agresivos que los nuestros", aseguraba hace un par de semanas Pedro J. Escudero, director general en España de Espirito Santo en una entrevista a elEconomista. Escudero ponía nombre propio a estas entidades: Banesto, Santander y BBVA.
Pero, en su oferta comercial al público, desde luego esto se acabó para las entidades españolas -a excepción de bancos como Espirito Santo o ING que también operan en España, pero como sucursales-. A menos que no quieran ser sancionadas. Y es que la nueva normativa obligará a las entidades que remuneren por encima del interés prefijado a realizar aportaciones al Fondo de Garantía. Y no cualquier aportación. Cuando se rebasen las rentabilidades marcadas, las entidades tendrán que quintuplicar la aportación actual a este fondo.
La nueva normativa establece que serán penalizados todos aquellos depósitos entre 3 y 12 meses que remuneren un rendimiento anual superior al euribor a seis meses más 150 puntos básicos (es decir, un 3,27%). En el caso de los depósitos a más de un año, el límite establecido ahora está alrededor del 3,14 por ciento, pues la rentabilidad máxima no puede sobrepasar el euribor a 12 meses -situado en el 2,14 por ciento- más 100 puntos básicos.