Empresas y finanzas

Blesa, presidente de Caja Madrid, invierte al son que marca Aguirre

Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, y Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid. Foto: JJ. Santacana

IBERIA

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Caja Madrid sorprendió el pasado lunes al anunciar su intención de comprar el 6,99% del capital de Iberia en manos de BBVA, por unos 240 millones de euros. De esta manera, la entidad que preside Miguel Blesa se sitúa como el primer accionista con casi el 17% del accionariado, muy alejado del segundo, British Airways, que atesora el 10% del capital. Ibersuizas, que forma parte del consorcio de TPG, ve "muy complicado" que otros puedan conseguir financiación para comprar Iberia.

Al contrario de lo que sucedió en Endesa (ELE.MC), la entidad invierte más y lo hace para quedarse. Ayer, el propio Blesa negó que Caja Madrid vaya a vender su participación y aseguró que el movimiento de la caja en el capital de la aerolínea presidida por Fernando Conte tiene una "vocación de permanencia".

Un discurso que hacía especialmente felices al gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por la popular Esperanza Aguirre, que ha estado muy interesada en las posibles ofertas sobre la aerolínea de bandera española. No en vano, detrás de Iberia (IBLA.MC)y el aeropuerto de Barajas se encierra una parte importantísima de la economía madrileña, ya que aporta casi el 10% de la riqueza regional, y crea, directa e indirectamente entre 180.000 y 200.000 empleos.

Un importante motor económico

Por eso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, plenamente coincidente con la visión de la caja, pidió a Blesa que frenara la venta a Texas Pacific Group (TXN.NY), British Airways (BAY.LO), Vista Capital (Santander (SAN.MC)) e Ibersuizas o a cualquier otro consorcio que supusiera una grave amenaza para los intereses de la Comunidad de Madrid. Sólo por poner un ejemplo de la dimensión económica, la T4 costó más de 6.000 millones y es un auténtico motor de crecimiento.

El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, no ocultaba ayer su felicidad al calificar de "buena noticia" la entrada de Caja Madrid en Iberia, una maniobra que garantiza la "españolidad" de la compañía. De hecho, la jugada permite que vuelos de Iberia y toda la riqueza que disemina por el madrileño aeropuerto de Barajas siga ahí, en Barajas, y no sea explotada por manos extranjeras.

Por este motivo, el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid destacaba que la T4 es un "elemento dinamizador de la economía madrileña de primera magnitud" y que el aeropuerto de Barajas aporta al PIB regional un "porcentaje muy importante".

Iberia es una pieza vital para Madrid y España. De hecho, supone el 50% de los vuelos a Europa, al tiempo que es estratégica para América Latina y sus rutas.

Además, Iberia supone una buena inversión financiera, con un amplio recorrido en los mercados. La compañía que preside Fernando Conte es una de las más saneadas de Europa, como explican a elEconomista fuentes financieras del sector.

Por eso, Blesa no repetirá la maniobra de Endesa, donde vendió su 10% con unas jugosas plusvalías de 2.300 millones. Esta vez no será igual. Los números no se parecen en nada, ya que el tamaño y la dimensión de la compañía aérea no tienen nada que ver con la eléctrica.

Sin embargo, aparece un trasfondo político común a las dos situaciones que, en esta ocasión, tendrá un efecto diferente al de la operación eléctrica, ya que en este caso Blesa invierte para quedarse. En aquella ocasión registró unos ingresos de 4.200 millones de euros, de los que 2.300 millones eran plusvalías.

Miguel Blesa ha hecho muy feliz a Esperanza Aguirre. Por eso no ha dudado en afirmar, respecto al derecho de tanteo de los miembros del núcleo duro sobre la participación de BBVA, que los accionistas que pensaban vender su parte "no querrán ahora comprar". Toda una declaración de intenciones.

Caja Madrid tiene por delante varias tareas pendientes. Primero, y la más importante, garantizar la españolidad de la compañía, sobre la que también planea entrar Gala Capital y los empresarios Juan José Hidalgo y Manuel Jove. Una opción -la de ir junto a ellos- que también rechazó ayer el máximo responsable de la entidad. La segunda, y no menos importante, es hacer que Iberia vuele alto y gane tamaño, pero eso será otro capítulo que a Blesa le gustaría escribir.

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