El Ministerio de Economía permitirá que las nuevas convertibles que emitan las cajas puedan constituir hasta un 25% del capital principal, lo que facilitará a estas entidades cumplir con los requerimientos de capital y evitar así su nacionalización. Fernández Ordóñez explicará hoy la situación del sector financiero.
Según recoge el Real Decreto-ley para el reforzamiento del sistema financiero, los instrumentos de deuda, siempre que sean convertibles en acciones ordinarias antes del 31 de diciembre de 2014, computarán como capital principal. Además, deben cumplir otros requisitos, según se detalla en el texto legal publicado el pasado sábado.
La relación de conversión debe estar determinada en el momento de la emisión y la caja podrá, de modo discrecional, cesar en el pago de los cupones si su solvencia así lo requiere. Esta condición, que también se impone a las nuevas emisiones de preferentes adaptadas a Basilea III, se hace para equiparar los intrumentos de deuda con los de capital.
Cumplir con las exigencias
Al poder suponer las convertibles hasta la cuarta parte del capital principal, la utilización de estos instrumentos, junto al efecto de pasar del actual ratio de core capital al de capital principal, supondría que prácticamente todas las cajas podrían alcanzar las exigencias generales, situadas en el 8%, y esquivar de esta manera la amenaza del desembarco en el capital del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Eso sí, al ser convertibles sólo en acciones ordinarias, supone la obligatoriedad de que las cajas que quieran utilizarlas se deben transformar en bancos, un proceso de conversión que ya han anunciado la mayoría.
Si las cajas no tienen intención de cotizar en bolsa, los paquetes de convertibles se deberían colocar entre inversores cualificados, ya que la disposición transitoria que regula el cómputo del ratio de capital establece que si la emisión se comercializa entre la clientela minorista, "se requerirá la solicitud de admisión a negociación, tanto del instrumento de deuda (convertible) como del título de capital (acciones), en un mercado secundario oficial".
La inclusión de convertibles es uno de los puntos, según los expertos, que hace más flexible las exigencias de capital del decreto ley. La reforma, tras pasar por las exigencias de los partidos políticos y del sector, ha quedado descafeinada, manteniéndose los plazos y cifras inicialmente avanzados el pasado 24 de enero, pero matizados y prorrogados, de tal manera que se suavizan todos sus aspectos.
Favorece a las catalanas
Hay otro punto en el decreto-ley que favorece, de forma particular, a CatalunyaCaixa y Unnim, lo que se interpreta como una cesión del Ejecutivo al partido de Artur Mas.
Según el texto, el FROB podrá adquirir preferentes, y no acciones, de aquellas cajas que a fecha de la entrada en vigor del decreto, es decir ayer, hubieran solicitado ayudas al FROB para "el reforzamiento de sus recursos propios".
Las dos cajas catalanas suspendieron en los tests de estrés europeos realizados el verano pasado, por lo que habían solicitado un segundo tramo de ayudas para llegar al aprobado. Si deciden seguir adelante con sus peticiones (Todó había comunicado a su plantilla que no volvería a recurrir al FROB) estas ayuda públicas también computarían como capital principal, por lo que sus ratios (que ahora y según core capital apenas superan el 6%) se acercarían a los mínimos requeridos.
La disposición transitoria, hecha a medida de las dos entidades catalanas, no ha sentado muy bien en parte del sector, que deben llegar al 8% o bien computando una sola ronda de ayudas o ninguna, lo que consideran un agravio comparativo.
Las peticiones de CiU a Economía pasaban por evitar que la nueva normativa no abocara a la nacionalización a CatalunyaCaixa y Unnim, dos de las entidades más débiles en términos de capital. El partido de Artur Mas, al igual que el PP, también se oponían a que la entrada del FROB supusiera apartar a los actuales gestores, lo que llevaría a la adjudicación de la entidad al grupo que presentara la mejor oferta. Estos dos puntos también se han suprimido en el decreto-ley. Los gestores no sólo continuarán, sino que el FROB, que entrará en el consejo en proporción a la inyección de fondos, sólo tendrá una actitud vigilante del cumplimiento del plan de recapitalización.
Además, y durante los dos primeros años, la caja podrá recomprar a precios de mercado las acciones en poder del Frob, o proponer al FROB inversores. Esto las libraría de ser subastadas.