
Como viene siendo habitual esta legislatura, la negociación y consiguiente redacción de los grandes decretos provoca ojeras por los tira y afloja de última hora. Ayer, con el texto que eleva las exigencias de capital de las entidades financieras que hoy aprueba el Consejo de Ministros, no fue una excepción.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, y su equipo ultimaron por la tarde el decreto con la patronal de las cajas CECA, mientras que, por la mañana, miembros del Ministerio se reunieron con los populares Álvaro Nadal y Fátima Báñez.
Tampoco hubo cambios en las posiciones de los grandes partidos que el Gobierno se esforzó por sumar, a última hora, al texto (PP, CiU y PNV). Todos evitaron avanzar sus posiciones por no disponer del documento final, de manera que el Gobierno da el visto bueno sin tener cerrado el respaldo del principal partido de la oposición.
La llave la tiene el PP
La llave política pasa esta vez por el PP, que ya respaldó al Gobierno en la Ley de Cajas y que Salgado reconoce como clave por ser un partido "de gobierno". Sin embargo, fuentes populares aseguran no tener decidido su voto porque no han visto el decreto por escrito y no se fían del Ejecutivo. A partir de ahí, insisten en que "la pelota está en el tejado del Gobierno".
Eso sí, recuerdan sus cuatro exigencias sobre la mesa: que se respeten los procesos en marcha, se premie a las entidades que han hecho los deberes, no se discrimine al sector en el ámbito internacional y se respete un nivel razonable de competitividad para que se abarate el crédito.
En Génova, sin vincular tampoco su voto afirmativo al visto bueno de la CECA, aseguraban estar pendientes a última hora de ayer de la reunión con las cajas. Otras fuentes, sin embargo, reconocían que "la intención del PP es apoyar", aunque, acto seguido, apuntaban a "los peros" presentes en la negociación que les llevarían a la abstención.
CiU condiciona su apoyo, entre otras cosas, a que se dé un plazo adicional a las cajas para salir a bolsa, más allá de septiembre, o a que el requisito del 10% de capital no implique un "expediente disciplinario por infracción grave".
El PNV tampoco adelantó su voto, pese a admitir que no son contrarios al texto porque las cajas vascas superan el ratio de capital exigido. Sin embargo, piden al Gobierno que presione al PSE para que acepte su modelo de fusión. Quien sí cerró su posición fue Coalición Canaria, que garantizó su apoyo, mientras que IU pidió el cese del gobernador del Banco de España.