Empresas y finanzas

Díaz Ferrán y Pascual: asfixiados por los embargos

Gerardo Díaz Ferrán. Foto: archivo.

Embargados hasta las orejas. Ésa es la situación que presentan todos los bienes que aparecen en el Registro de la Propiedad a nombre del actual presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de su socio, Gonzalo Pascual.

Estos dos empresarios que durante años estuvieron al frente de la que fue la mayor agencia de viajes de España, han visto cómo todo su prestigio caía por los suelos tras la sucesión de noticias que desencadenó la venta y posterior caída de su joya de la corona, Viajes Marsans.

Las deudas del grupo de ocio comenzaron a asfixiar a la compañía y, tras su venta, los compromisos de pago adquiridos por los empresarios a título personal empezaron a ser reclamados por los juzgados, ante las demoras que acumulaban los impagos.

Ambos se encuentran en concurso de acreedores necesario y para vigilar sus bienes se han nombrado por los respectivos juzgados mercantiles (número 9 para Gonzalo Pascual y número 5 para Díaz Ferrán) administradores concursales. La pregunta es, ¿qué bienes van a administrar si todos están embargados por más de un juzgado y en algunos casos tienen pendiente hasta una hipoteca?.

Las deudas que pesan sobre los antiguos dirigentes de Viajes Marsans les han llevado a situaciones tan surrealistas como tener 2,5 millones por intereses de demora a favor de Pullmantur por el impago de 9 millones.

Pero existe un caso que es todavía más sangrante. A nombre de Gonzalo Pascual aparecen en el Registro de la Propiedad dos viviendas y tres fincas rústicas junto a un trastero de cinco metros cuadrados. Y es, precisamente, este diminuto espacio el que han preferido los diferentes juzgados para embargar una parte de los 33,1 millones de euros de los que tanto Díaz Ferrán como Gonzalo Pascual deben responder. Claro que hay que señalar que este pequeño lugar es el único sobre el que no pesa una hipoteca.

La cantidad de 33,1 millones que ha provocado el embargo masivo de bienes engloba no sólo la deuda principal de los empresarios sino también los intereses de demora, así como las costas de multitud de juicios en los que han sido sancionados.

Es evidente que un trastero de cinco metros no puede responder de los 8,3 millones totales que figuran en los embargos que aparecen en la nota simple del registro, por eso, la cantidad total de morosidad de los empresarios se reparte entre todas sus propiedades.

Las compañías que han conseguido estrechar el cerco alrededor de los empresarios hasta el punto de embargar las viviendas en las que residen han sido Pullmantur, NH, Viajes Olympia, el grupo Stiva, Barclays, Riusa II, Banco Espirito Santo, Accor Hoteles, Sol Meliá y la entidad estadounidense Wells Fargo Bank NorthWest.

Los embargos

Desde luego, Díaz Ferrán ha resultado ser el más afectado por los embargos puesto que atesora mayor número de propiedades que su socio. Tan sólo a su nombre, independientemente de los bienes cuya titularidad ostenten sus empresas y familiares, aparecen 42 propiedades de las cuales 33 son fincas en un pequeño pueblecito de Lugo, Baralla, que han sido embargadas para responder de los impagos a Pullmantur y Viajes Olympia.

Pero algunas de sus propiedades figuran embargadas para responder de procesos judiciales celebrados contra ambos empresarios por impagos. De esta forma, la casa de 82 metros cuadrados que Díaz Ferrán posee en la playa de San Juan en Alicante ha sido embargada por un proceso judicial que inició la cadena hotelera Accor contra Ferrán y Pascual por una deuda de 700.000 euros, a los que se suman otros 200.000 euros en costas.

Lo mismo ocurriría con la finca de 1.400 metros cuadrados que Díaz Ferrán comparte con sus hermanos en Coslada. Esta parcela ha sido embargada por nueve juzgados, pero tres de ellos lo han hecho para que responda de una deuda en la que también se encuentra Gonzalo Pascual, Viajes Marsans y Tiempo Libre.

Díaz Ferrán no sólo comparte propiedades para responder de deudas contraídas junto a su socio, sino que en el caso de su vivienda habitual en el lujoso Parque del Conde Orgaz de Madrid, además de las seis anotaciones preventivas de embargo, pesa sobre la propiedad una hipoteca a favor de Ahorro Corporación de 4,5 millones de euros de principal.

En este caso, sin embargo, es Gonzalo Pascual el que sale peor parado. De las seis propiedades que figuran a su nombre y al de su mujer, casados en gananciales, en el Registro de la Propiedad cinco están, además, hipotecadas. Y algunos de estos bienes embargados también han sido reclamados, recientemente, por el juzgado encargado del concurso de acreedores de Viajes Marsans, que solicitó in extremis su compradora Posibilitum.

En concreto, la titular del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, Ana María Gallego, ordenó el embargo preventivo de los bienes propiedad de Gerardo Díaz Ferrán, Gonzalo Pascual y la sociedad Posibilitum, así como de varias de sus cuentas y depósitos para cubrir un agujero patrimonial de la agencia de viajes fijado ayer por la juez en 373 millones, aunque aquella vez lo marcó en 417,3 millones.

La magistrada reveló, sin embargo, en su auto, datos especialmente relevantes para el caos que originó Marsans. Entre otras cosas, aseguró que Díaz Ferrán y Pascual extendieron en el tiempo de forma artificial la actividad de Viajes Marsans, pese a que la sociedad se encontraba desde hacía meses en situación de insolvencia, lesionando los intereses de los acreedores.

Por otro lado, desveló que pese a esta situación económica insostenible, existían una serie de gastos estructurales de difícil explicación. Cita como ejemplo, la contratación de personal vinculado con Posibilitum, con salarios brutos que oscilan entre los 125.000 y los 500.000 euros, semanas antes de declararse en suspensión de pagos.

Otro dato que causó el estupor de la juez fue el hecho de que Díaz Ferrán y Pascual se dieran de alta en la sociedad pocos días después de ser solicitado el concurso de acreedores. Una maniobra que no fue comprendida del todo por el magistrado.

Pero éste no fue el primer toque de atención que recibieron los empresarios. La primera en caer en concurso fue su aerolínea Air Comet. Yen este caso, también, se ordenó el embargo preventivo de bienes personales por valor de 37,6 millones. Una medida que los empresarios recurrieron por considerarla injusta.

Ellos defendieron que actuaron "con la debida diligencia" al frente de la aerolínea y que "realizaron los esfuerzos máximos para solventar las deudas". En aquella ocasión, incluso los trabajadores fueron contra el patrimonio de Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, ya que cuando los pilotos empezaron a airear los trapos sucios de la compañía, por impago en los salarios, los empresarios les aseguraron, personalmente, que les pagarían hasta el último centavo. Por ello, pesan ocho demandas sobre Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual.

Ellos aseguraron, sin embargo, que sólo fueron incapaces de afrontar los pagos a partir del embargo de sus aviones por impago dictado el 18 de diciembre de 2009 por un juez. Ambos socios siempre explicaron sus pérdidas tanto en Air Comet como en todo su holding por la expropiación que sufrieron en Argentina de sus aerolíneas.

De hecho, fueron los propios administradores concursales los que solicitaron el concurso necesario de acreedores de Aerolíneas Argentinas en España por no pagarle cerca de 20 millones que, según ellos, les debían en concepto de servicios de handling y otras prestaciones.

Y en este rifi rafe de embargos y descubrimientos de impagos, la juez del concurso de Marsans se guardó las espaldas al implicar a Posibilitum ya que ésta solicitó una indemnización de 800 millones por la expropiación en Argentina.

En definitiva, este dramático cuadro de embargos, deudas e impagos no hace más que afirmar la arriesgada gestión de la que ambos empresarios fueron responsables y que, parece ser, la justicia les hará pagar.

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