
El operador de telecomunicaciones France Télécom ha reconocido como accidente de trabajo el suicidio de uno de sus empleados el pasado año, el primer caso que obtiene esta consideración. Suicídese, por favor: ¿incentivó France Télécom a sus directivos para que consiguieran 22.000 bajas?
Una portavoz de France Télécom confirmó a Efe la declaración como accidente de trabajo de la muerte de un hombre de 51 años que se suicidó en su domicilio en Marsella (sureste de Francia) el 14 de julio de 2009.
La familia del fallecido, que dejó una carta en que explicaba su acción por su "trabajo en France Télécom", recibirá la pensión correspondiente a los supervivientes de una muerte por causas laborales, señaló la portavoz.
La decisión la tomó el director general, Stéphane Richard, que llegó a su puesto el pasado mes de marzo, como forma de atajar la crisis de confianza interna generada por la oleada de suicidios de trabajadores.
Richard quiso desmarcarse de los dictámenes de la Inspección General de Asuntos Sociales (IGAS) y de una comisión interna de la empresa, contrarios a que la muerte de ese empleado, que tenía estatuto de funcionario, se catalogara como accidente de trabajo.
Aunque no hay una contabilidad oficial pública, se han registrado más de medio centenar de suicidios en la compañía desde comienzos de 2008 que fueron achacados a una política de acoso moral por parte de la teleco, aunque esta lo ha negado en reiteradas ocasiones.