Florentino Pérez, presidente de ACS, dejó ayer entrever sus cartas respecto a las participaciones industriales de su grupo. La constructora reconoció que estudia junto con La Caixa dar entrada a CVC en Abertis después de varios meses de negociaciones llevadas a cabo con la ayuda de Mediobanca. La Caixa y ACS quieren hacer caja con Abertis sin renunciar al control.
Pérez no quiso desvelar en la junta de accionistas de ACS si este movimiento -que ayer se confirmaba- iba a suponer perder peso en Abertis y conseguir así liquidez suficiente para abordar Iberdrola o si, por contra, la liquidez obtenida iba a destinarse a pagar parte de la deuda de 5.200 millones que tiene la compañía con importantes vencimientos hasta el año 2011. CVC, un fondo británico que apuesta por el mercado español.
Hace un par de semanas también corrió el rumor de la inminente venta de la filial de puertos a un fondo de infraestructuras de JP Morgan por 800 millones de euros, pero por el momento dicha operación sigue sin concretarse como tampoco lo hace el anunciado desembarco hasta el 20% de la constructora en la eléctrica.
El presidente de ACS ha precisado que el objetivo de entrar en Iberdrola se centra en consolidar por puesta en equivalencia su peso en la eléctrica y para ello necesita llegar a esa cifra mágica o entrar en el consejo de administración, un lujo que el presidente de la eléctrica sigue negándose a darle.
El desembarco en la eléctrica parece tan complicado que ACS incluso ha preferido cobrar el dividendo de Iberdrola en metálico antes que convertirlo en acciones para no diluir su participación.
En la junta de ACS, Florentino Pérez pedía que no se presionara para desvelar los planes de la compañía en Abertis y de hecho llegó incluso a desmentir la primera información sobre la entrada de fondos de inversión en la empresa de infraestructuras. Lo único que de momento parece seguro es que cualquier decisión que tomen La Caixa y ACS será consensuada y no pondrá en peligro el control que ahora mantienen sobre la empresas de infraestructuras, con el objetivo de que la sede del grupo se mantenga en Barcelona.
Abertis y Gas Natural son las únicas participaciones estratégicas que tiene la entidad financiera presidida por Isidre Fainé.
Dudas en los accionistas
Florentino Pérez anunció en la junta de accionistas que "no tardaremos mucho en alcanzar el 20%" y lo haremos sin socios extranjeros, pero tiempo después el presidente de Corporación Financiera Alba, Juan March, explicó que, a su juicio, ACS no alcanzará el 20% de Iberdrola "a corto plazo", aunque no quiso concretar el marco temporal en el que la constructora podría cerrar la operación. "No lo veo a corto plazo. No hay que tener prisa", subrayó antes de la celebración de la junta de accionistas de Alba, entidad que posee el 23,4% de ACS.
Con estas dudas entre los propios accionistas de Iberdrola y a tenor de las fuertes minusvalías que acumulan en la operación de entrada, parece difícil que Florentino Pérez pueda repetir la jugada maestra que logró en su desembarco en Unión Fenosa y su posterior venta a Gas Natural.