
La crisis económica, que ha repercutido severamente sobre el mercado publicitario, sigue haciéndose sentir con gran virulencia, excepto -quizá- en el sector de la televisión, donde las grandes cadenas, encabezadas por Telecinco, están beneficiándose de la supresión de publicidad en TVE.
Telecinco (TL5.MC), primera en el ranking, absorbería actualmente el 40% de la tarta publicitaria de la televisión. El primer semestre ha sido espléndido, pero para el segundo se prevé un descenso del 10% en la inversión publicitaria. El gran ajuste, que nos llevará de nuevo a la recesión técnica, tiene la culpa.
Sólo seis canales nacionales sobrevivirían
Con todo, no todas las emisoras de la TDT siguen la misma suerte, sino más bien al contrario: si se excluyen las cadenas consolidadas de origen analógico (Telecinco, Antena 3 (A3TV.MC), La Cuatro y la Sexta), sólo seis canales nacionales alcanzan el 1% de la audiencia, que es la considerada mínima de supervivencia, y de esas seis, cuatro son canales temáticos de Telecinco y de Antena 3.
En definitiva, se prevé el cierre precipitado de la mayoría de los proyectos generalistas en marcha, que están generando grandes pérdidas, y apenas la supervivencia de algunos pequeños canales temáticos que consigan hacerse un hueco con escasa audiencia.
La patronal del sector audiovisual privado, UTECA, por su parte, está ocupada ahora en concienciar a la opinión política de la sinrazón que supone que en tanto la televisión estatal ha sido neutralizada políticamente y ha prescindido de la publicidad, las televisiones autonómicas sigan siendo portavoces sectarios de los gobiernos de turno, continúen emitiendo publicidad y, al propio tiempo, acumulen unos déficit que resultan indecorosos en estos tiempos de austeridad.
La previsible desaparición de las pequeñas emisoras generalistas de TDT clarificará y estabilizará el sector, con una salvedad: no se prevé que Mediapro y todo el entramado empresarial de Roures sea capaz de superar la grave crisis en que ha entrado.
No se descartan nuevas fusiones
Las últimas decisiones judiciales, que confirman las posiciones de Prisa (PRS.MC) en los pleitos sobre los derechos del fútbol, sugieren una pronta liquidación de este conglomerado, que se fundó y creció bajo los auspicios de Rodríguez Zapatero.
La crisis y determinados cambios en los equilibrios internos del socialismo habrían hecho perder interés al presidente del Gobierno por este proyecto, que nació con pies de barro.
En cualquier caso, se extiende la tesis de que los derechos del fútbol y de los deportes del motor deben estar en manos de una sociedad solvente que los gestione con ecuanimidad, en beneficio de los diferentes operadores. Se insinúa en medios bien informados que en la génesis de esta sociedad tenedora de los derechos estarían implicándose, además de Sogecable, Telefónica (TEF.MC) y Telecinco.
Por lo demás, no se descartan nuevas fusiones entre los grandes multimedia. En concreto, se especula con una alianza de Vocento con otro gran grupo complementario. Si en un cierto momento pareció que se estaba gestando un acercamiento de la marca propietaria del ABC y del antiguo Grupo Correo con Lara, ahora se especula con una aproximación a Prisa.
Una Prisa renovada en la que Juan Luis Cebrián habría cedido ya el mando a un empresario profesional y en que la familia Polanco habría diluido su participación tras la entrada del fondo Liberty.
Si se confirma que Prisa supera sus problemas financieros -una gran deuda acumulada, en vías de refinanciación- gracias a la entrada de socios institucionales, se convertiría en uno de los más sólidos multimedia del país ya que sus importantes activos -El País, la Ser, Sogecable, Santillana- están muy saneados.