Empresas y finanzas

Las renovables sacan los dientes

El sector amenaza con una batalla de miles de demandas e Industria se desdice respecto al recorte retroactivo del 30 por ciento. Las patronales ven visos de volver a la negociación.

La actitud del Ministerio de Industria para regular el sector de las renovables ha levantado ampollas, sobre todo entre los agentes de la energía fotovoltaica. Los globos sonda lanzados por el departamento que dirige Miguel Sebastián sobre un recorte retroactivo de las primas han sido la gota que ha colmado el vaso y las patronales ya han avisado a sus respectivos socios de que emprenderán una batería de demandas judiciales contra la inseguridad jurídica que está provocando el Gobierno.

Según una carta de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (Asif) a sus asociados, a la que tuvo acceso elEconomista, la patronal asegura que si el Ministerio "quiere guerra, que no parece que les importe tenerla, la guerra será larga". "Esto es sólo el principio", advierte la asociación. Además, deja claro que la batalla no terminará una vez se apruebe el Real Decreto "matador" que modificará las retribuciones a las renovables, sino que será entonces cuando empiece "la batalla de miles de demandas". La misiva de Asif se presenta de cara a su próxima Asamblea Extraordinaria que será el 5 de julio, una fecha que se considera que "es muy tarde" para tomar una posición en común con los socios. Por ello, los representantes de la patronal instan a los socios a tomar medidas judiciales.

¿Se acabó la negociación?

En la carta se recuerda que el Ministerio de Industria, tras lanzar a las patronales (Appa, Asid y AEF) el mensaje de un recorte del 30 por ciento de las primas a la tecnología solar, ha negado que los cambios en la regulación vayan en este sentido.

Para Asif, el hecho de que el propio secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, haya negado que se decanten por este "tijeretazo" tiene una parte positiva en el sentido de que parece que continúa la negociación. "Si a este proceso se le puede llamar proceso negociador, de forma muy poco directa y eficiente para ambas partes, y lo que es peor, totalmente insensible a los contratos que no se están cerrando, los puestos de trabajo que se están perdiendo y las empresas que se están planteando cerrar durante este proceso", denuncia la carta.

Así, desde muchos sectores se ven esas contradicciones del Gobierno, como que "lo que antes era, ahora ya no es", como un intento de apaciguar las aguas después de la bronca creada en el sector.

Y parece que desde las patronales han cogido el guante lanzado por Marín sobre un posible regreso a la negociación. El encargado fue el propio presidente de Fotowatio, Rafael Benjumea, quien aseguró ayer, en declaraciones a Bloomberg, que en la reunión con Marín no hubo una proposición concreta. Con estos movimientos se abre un nuevo escenario de cara al encuentro del ministro con el sector que tendrá lugar el lunes, dado que desde ambas partes se están dando señales para intentar suavizar sus posturas.

No obstante, Asif hace un llamamiento de tranquilidad y cautela de cara al encuentro del lunes, aunque no quiere dar falsas esperanzas a sus asociados y aboga por que esperen un Real Decreto que "será la muerte del sector". Pero la patronal que dirige Javier Anta también es consciente de que el problema es que, como en todas las guerras, en el camino se van quedando víctimas: los contratos, empresas y empleos que se van perdiendo en estas semanas y que se seguirán perdiendo en los próximos meses de batallas.

Las asociaciones fotovoltaicas se reunieron ya el pasado 6 de mayo con Industria, ante la amenaza de un recorte retroactivo y aunque al principio parecía impensable "se ha convertido en una realidad". Así, estas patronales presentaron propuestas para evitar la retroactividad, como la del céntimo verde a las gasolinas para financiar las tecnologías verdes. Esta medida, que fue adelantada por elEconomista el pasado lunes, consiste en crear una tasa para los carburantes para cubrir los objetivos de renovables fijados por la Comisión Europea y sin que el recibo de la luz sufra las consecuencias con una aumento excesivo por costear las primas.

El Gobierno está analizando la medida, pero de momento no se ha movido ninguna pieza. De hecho, Marín volvió a convocar a las asociaciones fotovoltaicas esta semana y las patronales esperaban que alguna de las iniciativas propuestas hubieran convencido a los asesores del Ministerio.

Sin embargo, "la sorpresa fue mayúsculas", tal como describe Asif, en la medida en que el secretario de Estado de Energía consideraba que ninguna de las propuestas le servía para tener ahorros a corto y medio plazo y "seguía en las mismas y exactas posiciones en las que estaba el Ministerio semanas atrás". Esto es: el Gobierno "necesitaba el 30 por ciento de retroactividad", así como aplicar rebajas a las futuras tarifas fotovoltaicas y sin periodo transitorio. "Tampoco en esta parte se había hecho un intento de acercar posiciones", lamentó.

Jugar con los tiempos

Por todo ello, las patronales del sector critican que el Ministerio "estaba jugando con los tiempos y con los agentes, puesto que dio 48 horas para dar nuevas propuestas, basadas en cómo conseguir esos altos niveles de retroactividad y como articularlas para que no pareciera retroactividad".

Sin embargo, las asociaciones se negaron a aprovechar ese periodo de tiempo, al entender que sería como asumir que habían perdido la batalla, por lo que están esperando a la reunión prevista con el Ministerio para la próxima semana para cerciorarse de si Industria ha cambiado su postura.

"Nosotros, mientras se mantenga en los términos que planteó el secretario de Estado de Energía (y las tres asociaciones entendimos lo mismo) no podemos movernos, aunque sólo sea por dignidad; si nos quieren matar, muramos dignamente", denuncia el escrito de Asif, en alusión a cuando Marín dice el 30 por ciento de retroactividad y luego asegura que no lo ha dicho.

A pesar del ímpetu de la asociación para iniciar una batalla legal, Asif aboga por "esperar a ver lo que realmente dice el Real Decreto del 1 de julio", aunque la patronal también deja claro que esto no quiere decir que en esta fecha está aprobada la norma, ya que debe pasar un proceso burocrático y todavía pueden pasar meses hasta su aparición en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El problema para ambas partes es de dónde se pueden ahorrar un total de 1.000 millones si no es a través de la retroactividad de las plantas solares. El Gobierno no está dispuesto a que se le dispare el recibo de la luz de los clientes domésticos.

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