
Tomás Olalde, ex socio del despacho de abogados Cuatrecasas, mostró una mezcla de ansiedad y arrogancia en su declaración como imputado en la Audiencia Nacional por el caso Afinsa.
Su angustia no era para menos: en juego está la supuesta responsabilidad del bufete de abogados catalán, uno de los más prestigiosos de España, en la construcción de la mayor estafa a inversores de la historia (presunta).
Su estrategia
Pero con una gran dosis de gallardía, el imputado, según aseguran fuentes jurídicas, intentó al principio desvincular al bufete de cualquier competencia en Afinsa, mostrando la carta de dimisión que le presentó a Emilio Cuatrecasas, en la que asegura que el despacho nunca supo que él era consejero de la filatélica.
Sin embargo, los documentos que mostró el fiscal Alejandro Luzón prueban que Cuatrecasas tenía una relación con Afinsa mucho más estrecha de la que intenta aparentar, según aseguran las mismas fuentes. Además de todos los informes de asesoría prestados a la empresa, en los que el bufete llegó incluso a valorar la filatelia, Cuatrecasas realizó trabajos privados para los ex directivos de Afinsa, que luego facturaba a la filatélica.
Entre esas facturas, figura la reorganización del patrimonio privado de Juan Antonio Cano y de Albertino de Figueiredo, fundadores y ex presidentes de la compañía. Además, Cuatrecasas se encargó de la vecindad civil y del testamento de Figueiredo. El bufete llegó a aconsejar al fundador de Afinsa, ciudadano portugués, que se empadronara en Navarra para pagar menos impuestos por la ley foral.
Minutas millonarias
Tomás Olalde reconoció ante el juez que todos esos trabajos privados "se facturaron a Afinsa", según fuentes jurídicas. Las facturas de Cuatrecasas a la empresa filatélica ascienden a más de cuatro millones de euros desde 2004, según los documentos a los que ha tenido acceso este periódico.
Una de las últimas minutas del despacho data de enero de 2005, en un documento titulado Proforma Statement. En él, el bufete resume los servicios prestados a Afinsa con un coste de 659.000 euros por seis meses de trabajo.
Entre los informes que realizaba el despacho figuran varios trabajos de valoración de filatelia, por los que Cuatrecasas cobraba 360 euros la hora. Además, existen otras minutas por conceptos de contabilización de la mercancía. El bufete también trabajaba para Auctentia, la filial de subastas de Afinsa. Y en la directa competidora de Afinsa en el mercado de los sellos, Fórum Filatélico, también se han encontrado varios informes del despacho.
Pese a la cantidad de trabajos diversos que Cuatrecasas elaboró para la filatélica, el ex socio Tomás Olalde aseguró ayer ante el juez que el bufete actuó siempre como "asesor externo" y nunca se inmiscuyó en temas de negocio. "Ni yo mismo sé nada del negocio de Afinsa", aseguró Olalde, según fuentes jurídicas. "En algunos consejos desconectaba", afirmó.
Responsabilidad patrimonial
Varias acusaciones particulares y populares personadas en el procedimiento estudian, a la vista de las declaraciones de Olalde, denunciar al despacho de abogados y pedir su responsabilidad patrimonial. Si se demuestra que el bufete incurrió en delito al trabajar para Afinsa, Cuatrecasas tendría que hacer frente a los daños y perjuicios causados por la presunta estafa, que serían nada menos que 1.800 millones.
Esas mismas acusaciones también actuarán por la vía mercantil, exigiendo que el despacho de abogados asuma su responsabilidad.