Empresas y finanzas

El Gobierno pugna por colocar en la CNMV a un afín al vicepresidente Carlos Arenillas

Edificio de la CNMV. Foto: Archivo
El Gobierno se plantea nombrar a Julio Segura presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en sustitución de Manuel Conthe, que presentó el pasado martes su dimisión al Gobierno. Entre los candidatos que también figuran en las quinielas aparece Soledad Abad, ex directora de Gabinete del Vicepresidente segundo, Pedro Solbes, y Aldo Olcese.

Pese a todo, en los mentideros de Madrid, Julio Segura sonaba ayer con más fuerza que nunca para este cargo. Este catedrático de Economía está muy ligado a la supervisión de los mercados financieros, primero porque fue consejero del Banco de España durante un periodo de 12 años y ahora porque forma parte del consejo de la CNMV.

En su haber tiene que votó con el vicepresidente, Carlos Arenillas, para tumbar la propuesta de la comisión ejecutiva de la CNMV de sancionar a Enel (ENEL.IT) y Acciona (ANA.MC).

Puntos a favor de Segura

Segura además ya se postuló con fuerza como candidato para Gobernador del Banco de España, pero finalmente el gato se lo llevó al agua Miguel Ángel Fernández Ordoñez. El consejero de la CNMV mantiene excelentes relaciones con importantes responsables del Gobierno socialista.

De hecho, comparte sillón en el patronato de la Fundación Alternativas con el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, con la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, con el ex presidente del Gobierno, Felipe González, con el portavoz del PSOE, Diego López Garrido, y con David Vegara, secretario de Estado de Economía y muy cercano al equipo de Miguel Sebastián.

Esta Fundación, además, cuenta con el ex ministro, Juan Manuel Eguiagaray, como director del laboratorio de estudios y está presidida por Pere Portabella. En ella han colaborado también con informes el ex ministro de Agricultura y presidente de REE, Luis Atienza, así como el ex secretario general de Energía, Antonio Joaquín Fernández Segura.

En los últimos meses, Julio Segura se ha encargado de confeccionar la Memoria anual de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, lo que le otorga el pedigrí necesario para poder encabezar el organismo regulador.

Consigna de silencio

"Dejadlo pasar". Es la consigna que se ha dado tanto desde el Ejecutivo como desde la sede del partido en Ferraz, para dejar que la polémica sobre Conthe pase cuando antes. Confían en tener resuelta la crisis en 48 horas, nombrando un nuevo presidente de la CNMV y pasando página del anterior.

Esta orden explica el mutismo de ayer. Ningún miembro del Gobierno, la Oficina Económica de Moncloa o del supervisor bursátil quiso entrar a rebatir las encendidas declaraciones que, un día antes, hizo Conthe ante la Comisión de Economía del Congreso.

Las pocas voces del entorno de Moncloa que hicieron alguna declaración pública, ante las reiteradas preguntas de la prensa, se limitaron a ironizar contra el todavía presidente de la CNMV, arremeter contra el Partido Popular o, simplemente, intentar dar la sensación de que "aquí, no ha pasado nada".

La ironía de Sebastián

Miguel Sebastián fue uno de los principales damnificados de Conthe, quien le acusó de haber actuado a sus espaldas, y con el apoyo de Carlos Arenillas, para intentar presionar en el caso de la sociedad de inversión FG Valores, relacionada con el actual presidente del BBVA, Francisco González.

Lejos de intentar exculparse o dar explicaciones, el candidato socialista a la alcaldía de Madrid prefirió ironizar: "Quiero decirle al señor Conthe que si él quiere hacer política, que si le gusta la política, que parece que sí, que haga lo que he hecho yo: que se presente como candidato, que se presente a la política activa".

La única referencia que hizo a las acusaciones del todavía presidente de la CNMV, ante la insistencia de la prensa, fue asegurar que "con él no he hablado ni le he visto en los últimos tres años, por tanto difícilmente he podido ejercer ninguna presión".

Ninguno de los aludidos se pronunció ayer sobre las duras palabras que les dedicó Conthe. A Arenillas le acusó de falta de independencia, tanto por su matrimonio con la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, como por sus estrechos y viejos lazos con los dos últimos directores de la Oficina Económica de Moncloa, Sebastián y David Taguas.

Y a Nuñez le acusó de sufrir un conflicto de intereses, insinuando que en las votaciones del consejo de la CNMV se dejó guiar por las directrices de Moncloa, en vez de velar por el funcionamiento de los mercados.

Pura tergiversación

Ricard Torres, portavoz del PSOE en la Comisión de Economía del Congreso, fue el único miembro del partido autorizado para romper la consigna de silencio. Pero sus palabras no fueron dirigidas contra Conthe, sino contra el PP, a quien acusó de estar tergiversando las declaraciones del ex presidente de la CNMV, informa Efe.

"No ha habido ni un sólo indicio de acto irregular, y no hay nada que investigar", aseguró. De hecho, recordó que Conthe declinó tener conocimiento de presiones por parte del Gobierno. Sus acusaciones, en este terreno, se limitaron a la Oficina Económica de Moncloa.

Unas conversaciones que, no obstante, Torres descafeinó, asegurando que no hay "ni un sólo dato objetivo de presión" por parte del Ejecutivo y afirmando que los únicos contactos que pudo haber fueron "unas llamadas de carácter informativo".

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