
Para los italianos, el calcio (fútbol) es un grado, como la ancianidad. Por eso, el caché más elevado como conferenciante se lo lleva Marcello Lippi, el técnico que consiguió que la selección nacional italiana ganase el Mundial de 2006: tras ese éxito clamoroso, le ofrecen hasta 100.000 dólares por conferencia.
Marcelo Lippi, 100.000 dólares por conferencia
En general, temas que motivan o que versan sobre la forma de dirigir a la gente son los que cosechan mayores éxitos, incluso pecuniarios, en el circuito internacional de los conferenciantes. El caché de Lippi es todo un récord. Pero hay que tener en cuenta que las cotizaciones de los conferenciantes pueden bajar de improviso en un negocio muy inseguro y vinculado a los estados de ánimo del público. Por ello, Lippi puede presumir de haber rozado las tarifas que se ofrecen en Estados Unidos o en Asia al ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, o a varios ex presidentes estadounidenses.
Pierluigi Collina, 20.000 euros
El árbitro internacional Pierluigi Collina, asesorado por la agencia británica Celebrity Speakers Agency (CSA, Agencia de Conferenciantes Célebres), que lo cotiza a partir de los 20.000 euros, puede entretener al auditorio en italiano, en inglés o en español. "Sus presentaciones suscitan ideas y sentimientos y están repletas de anécdotas y buen humor", dice la agencia.
Frank Jürgen Ritcher, 7.500 euros
Esta organización propone también a un conferenciante de menor notoriedad como Frank Jürgen Ritcher, el ex responsable para Asia del Foro Económico Mundial de Davos, que puede hablar en inglés, francés, alemán, japonés y mandarín, una hazaña lingüística única que, sin embargo, no le permite superar los 7.500 euros.
Líderes políticos de EEUU
La agencia CSA tiene en su escudería a 17 oradores que hablan italiano, frente a los 27 que pueden impartir sus discursos en español, 50 francófonos y 350 anglófonos.
Hay algunos, como el ex presidente de Estados Unidos George Bush padre, que selecciona y habla sólo a la elite de la economía o de la política por 80.000 dólares. Sus apariciones están gestionadas por la Brooks International Speakers Bureau, una agencia de Denver (Colorado), que se ocupa también de su mujer, Barbara Bush, de John Travolta y del periodista Bob Woodward, que descubrió -junto a Carl Bernstein- el famoso escándalo Watergate.
El analista y político Henry Kissinger, que antes era muy asiduo a estos circuitos, prefiere a The Walter Agency de Nueva York, en la Lexington Avenue, que se fundó en 1946 y es la auténtica número uno del sector: entre los famosos de su escudería ofrece a Bill Clinton, al que fuera su vicepresidente, Al Gore (especialista en ecología), al ex presidente mexicano Vicente Fox y al ex secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Bill Clinton, hasta 1.000.000 de dólares
Bill Clinton es, desde hace años, el auténtico líder de los conferenciantes, siguiendo una vía inaugurada en los años 70 por Gerald Ford, que en 2001 recibía ya 60.000 dólares por conferencia. Entre 2001 y 2005, Clinton se embolsó 40 millones de dólares, con una media que, al menos en 2005, contemplaba un discurso al día y un caché de 250.000 dólares, con algunas intervenciones de 500.000 e incluso un millón de dólares por conferencia.
Greenspan, 150.000 dólares
El ex presidente de la Fed, Alan Greenspan, está dirigido por la exclusiva Washington Speakers Bureau (que también ofrece a Jeb Bush, Christiane Amanpour, Zbigniew Brzezinski y Carly Fiorina), cobra como mínimo 100.000 dólares (por lo general son 150.000) y desde hace meses habla dos veces por semana a grupos de inversores institucionales. Entre finales de febrero y comienzos de marzo, por ejemplo, pronunció dos conferencias, en Hong Kong y en Tokio. En la primera dijo que es posible que se produzca una recesión, unas declaraciones que los mercados se tomaron muy en serio. Y en la segunda aseguró que eso es improbable. Todo ellos, por 300.000 dólares en total.
Greenspan, que hace 14 meses dejó la presidencia de la Reserva Federal, tiene 81 años, ha firmado un contrato de ocho millones de dólares pos sus memorias y su caché es casi el doble de lo que el economista y premio Nobel Milton Friedman (fallecido el pasado mes de noviembre a los 94 años) conseguía hace un cuarto de siglo, cuando le llamaban a impartir conferencias ofreciéndole 15.000 dólares y él comentaba: "Me cuesta mucho creer que valgo todo lo que me pagan".
El precio de los altos directivos
En este contexto, los sueldos de los conferenciantes siguen subiendo: en 2001, Morgan Stanley pagó 100.000 dólares a Clinton, pero tras la conferencia reconoció que se habían quedado cortos. Entre los altos directivos, el campeón es el ex número uno de General Electric, Jack Welch, que cobra 150.000 dólares por charla.
Pero también pisan fuerte otros personajes de fama más efímera, como la ex agente de la CIA Valerie Plame, que fue víctima de las tramas políticas de Washington por ser contraria, como su ex marido y diplomático Joseph Wilson, a la guerra de Irak (sus apariciones son gestionadas por la Greater Talent Network de Ed Epstein, en la Quinta Avenida de Nueva York).
Sin embargo, los conferenciantes más solicitados hoy en día no son los grandes políticos, ni los ejecutivos más reputados, ni los mejores escritores (personas que se presume que tienen algo importante que decir), sino los conferenciantes que motivan. Por eso son tan solicitados los protagonistas de aventuras épicas como el uruguayo Nando Parrado, que sobrevivió en los Andes tras un accidente aéreo.