
El alquiler de aviones ha sido el talón de Aquiles que ha acabado con Air Comet. Si el cierre de la compañía se debió a la orden de paralización de actividades por parte de un juez británico por el impago del leasing de varios aparatos, el informe de gestión de la compañía propiedad de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual asegura que la empresa debía 430 millones por el alquiler de 16 aviones.
Un pago "no cancelable", según reconoce la empresa. La compañía se embarcó en un ambicioso plan de crecimiento -con ampliación de flota incluida- para competir de tú a tú con Iberia en el negocio latinoamericano.
Pero la crisis ha convertido la apuesta de Air Comet en una difícil losa que levantar y que le ha arrastrado ahora al concurso de acreedores. Sólo desde el 1 de marzo de 2009 al 28 de febrero de 2010, Air Comet tendría que haber hecho frente al pago de 61 millones de euros por el arrendamiento de aeronaves. Pero lo peor estaba por llegar los cuatro años siguientes: en los que debía de abonar 219 millones de euros por el préstamo de la flota.
Air Comet cerró su último ejercicio fiscal con unos números rojos de 55,9 millones de euros, lo que supone más del doble que el año anterior. Los ingresos de la empresa cayeron durante ese periodo un 16%, hasta 301 millones de euros, lastrados por el evidente desplome de demanda de pasajeros en el negocio aéreo.
Respaldo del auditor
Laex Nexia, el auditor que ha supervisado las últimas cuentas de AirComet, ha mostrado, no obstante, su respaldo a las mismas sellándolas con su firma. Excepto por algunos ajustes e incertidumbres, la sociedad asegura que los balances "expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financierade Air Comet, de los resultados de las operaciones,de los cambios en el patrimonio neto y de los flujos de efectivo".
Lo curioso es aunque el auditor sí que las respalda, el consejero y director general durante ese año, José María Llodrá Serrano, no lo hace. En la auditoría se señala que Llodrá Serrano, que dimitió de su cargo como ejecutivo en septiembre, se ausentó de la reunión en la que se debían firmar las cuentas. Hay que tener en cuenta, no obstante, que Llodrá dimitió por enfermedad, con lo que es posible que su ausencia estuviera justificada.
Las cuentas se corresponden al ejercicio fiscal que finalizó el 29 de febrero de 2009, aunque fueron firmadas en noviembre y aprobadas el pasado 22 de diciembre por la junta de accionistas, justo un día después del cierre de la compañía aérea. La memoria anual sólo desarrolla las cuentas individuales del grupo y explica que no ha podido incluir las cuentas consolidadas por la situación actual de Aerolíneas Argentinas, que está en pleno proceso de nacionalización por parte del Gobierno Kirchner.
El informe dice que Air Comet "es dominante de un grupo de sociedades y por tanto, de acuerdo con la legislación vigente, debería preparar adicionalmente a las presentes cuentas anuales individuales, las cuentas anuales consolidadas: no obstante, debido a la situación con Aerolíneas no se ha podido obtener la información mínima necesaria para llevar a cabo la consolidación".