Empresas y finanzas

La Fórmula 1: el espectáculo más caro del mundo

Fernando Alonso es el piloto mejor pagado de la Fórmula 1. Foto: Archivo
Rugen los motores. El domingo dio comienzo en Australia la nueva temporada en la Fórmula 1, el deporte más caro, elitista y tecnológicamente avanzado de todos los que se siguen masivamente.

Una competición de la que están pendientes 160 millones de espectadores en todos los rincones del mundo y pone en marcha a infinidad de empresas, no sólo vinculadas con el mundo del motor. Dos datos de arranque: en derechos comerciales se generan anualmente 760 millones de euros, y en venta de entradas, otros 215 millones.

Además de los coches, los grandes reclamos de la Fórmula 1 son los pilotos, deportistas con sueldos millonarios que se juegan la vida en carreras a más de 300 kilómetros por hora. El conductor mejor pagado será el ganador de los dos últimos mundiales, Fernando Alonso, que triplicará lo que ganaba en Renault con su nuevo contrato en McLaren Mercedes.

30 millones por temporada

El asturiano se embolsará cada temporada que vista el mono plateado 30 millones de euros, 12 más que el que se supone será uno de sus grandes rivales en la lucha por el título, el finlandés de Ferrari, Kimi Raikkonen, que le seguirá en el paddock de los sueldos con 18 millones en las tres campañas que correrá con la escudería del cavallino rampante.

En el ranking de apuestas, sin embargo, Raikkonen y su compañero de escudería, Felipe Massa, parten por delante de Alonso. El dinero, que es conservador, se fía más de los mecánicos de Ferrari que de la nueva aventura de McLaren. En cualquier caso, las diferencias entre las grandes estrellas de la Fórmula 1 y los recién llegados a la élite del automovilismo son abismales.

Sirva de ejemplo el sueldo del piloto peor pagado del mundial, Adrian Suttil, que correrá para el equipo Spyker por 240.000 euros anuales, o el del compañero de Fernando Alonso, el joven inglés Lewis Hamilton, que ingresará esta temporada medio millón de euros, lo que no deja de ser un buen jornal para un debutante.

Los pilotos mejor pagados

AlonsoMcLaren30 millones
RaikkonenFerrari18 millones
R. SchumacherToyota12,17 millones
ButtonHonda12,17 millones
BarrichelloHonda9,1 millones
MassaFerrari7,8 millones
FisichellaRenault7,8 millones
WeberRed Bull5,5 millones
CoulthardRed Bull5,5 millones

elEconomista

Sueldo de Schumacher

Mientras, Michael Schumacher, retirado el pasado verano y con una fortuna estimada de más de 600 millones de euros, cobrará esta campaña, sin necesidad de ponerse el mono, 30 millones, repartidos entre los contratos publicitarios que mantiene y el sueldo que cobrará de Ferrari por ser el asistente del director del equipo -7,6 millones-.

Por supuesto, este importe se ingresará en los bancos suizos. Al igual que el alemán, la mayoría de los pilotos han fijado su residencia en el país helvético, donde tributan cada año unos 60.000 euros en impuestos, cantidad muy inferior a la que tendrían que apoquinar en sus respectivos países. Schumacher, Trulli, Heidfeld, Raikkonen o el propio Alonso son algunos de los que se han construido un chalé a la sombra de los Alpes.

Una escudería puntera tiene un presupuesto anual de unos 305 millones de euros; alrededor de un 40 por ciento lo pagan los patrocinadores, y el resto los propietarios del equipo. El año pasado, las 11 escuadras que disputaron el mundial invirtieron casi 2.300 millones en intentar ser los más rápidos. La mayor parte está destinada al desarrollo y fabricación de motores.

Se calcula que los grandes favoritos, como McLaren, Honda o Ferrari, gastaron 190 millones cada uno la temporada pasada sólo en este concepto -y lograron una mejora de los propulsores de entre un dos y tres por ciento-.

La carrera tecnológica por lograr mejores motores para los monoplazas ha implicado en los últimos años una escalada brutal en los presupuestos de los equipos. Para evitar este despilfarro, Max Mosley, presidente de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), la organización encargada de reglamentar la Fórmula 1, ordenó congelar su desarrollo hasta el año 2011, a fin de reducir los presupuestos de las escuderías hasta 100 millones anuales. A partir de esta temporada, se supone que gastarán considerablemente menos.


Gastos en aerodinámica

La aerodinámica también es otro de los capítulos más caros: llega a costar hasta un 20 por ciento del presupuesto anual de cada equipo. Los más potentes poseen al menos dos túneles de viento, de un valor aproximado de 30 millones cada uno, que funcionan durante todo el día, con equipos de 20 personas en tres turnos.

Se calcula que una sola vuelta de una sesión de entrenamientos cuesta 1.000 euros, lo que se engloba en una partida destinada a los gastos en la puesta a punto, que puede ascender a 30 millones en un año, una cantidad muy similar a la que invierten las escuderías más poderosas en los sueldos de su cerca de millar de empleados. Los ingenieros, mecánicos y diseñadores perciben salarios altísimos y a los mejores no les faltan ofertas millonarias para cambiar de colores.

La factura de logística

Otros 10 millones van a la logística; es decir, a los viajes y alojamientos de un personal que se pasa media temporada entre aviones y hoteles. Y como en todo, las diferencias entre las escuderías que luchan por el campeonato y aquellas que no tienen ninguna opción es sangrante.

Mientras que los empleados de Ferrari viajan en primera clase y se hospedan en establecimientos de cinco estrellas, los trabajadores de Williams vuelan con EasyJet y suelen alojarse en pensiones locales. Todavía hay que ahorrar para otro apartado, el que se dedica a sufragar los gastos de fiestas, presentaciones y todo tipo de atenciones para conseguir patrocinadores. Como muestra, la fiesta de final de temporada que dio el año pasado el equipo Red Bull en Shanghai, para la que se construyó un pueblo de bambú de 1,5 millones de dólares.

Bernnie Ecclestone es quien ha propiciado todo este show ambulante. El hombre fuerte de la Fórmula 1 se hizo con la exclusiva de la gestión de los derechos de la competición en 1978 a través de su empresa FOA (Formula One Administration). En 1990, las escuderías aspiraban a mejorar sus porcentajes en estos beneficios, pero Ecclestone negoció hasta alcanzar, en 1997, el llamado pacto de la concordia. En él se especificaba que, a cambio de una serie de pagos anuales, la FOA mantendría la exclusividad de los derechos.

Una nueva era

La empresa de Ecclestone factura al año 630 millones de euros, por lo que declara unos beneficios antes de impuestos de 350 millones. Para el gestor inglés, los planes de futuro están muy claros. La Fórmula 1 tendrá más grandes premios -se prevén 20 para 2010, cuando hoy son 17- y diversificará sus destinos. Abu Dhabi debutará en 2009, y un año después lo hará Corea. También aspiran a albergar carreras Singapur, Suráfrica y México, lo que obligaría a reducir el número de pruebas en Europa.

El propio Ecclestone lo ha declarado abiertamente: "Estamos ante una nueva era de la Fórmula 1. Somos embajadores globales y vamos a donde nos empuja el mercado. Esto no es sólo una carrera, es todo un ambiente. Necesitamos lugares con hoteles o cosas que visitar... no como Imola o Magny Cours, donde no sabemos qué ofrecer a nuestros invitados". Se impone el exotismo, circuitos rodeados de gigantescos complejos de lujo como los construidos en los últimos años en China y Bahrein, países que ya tienen sus grandes premios.

El panorama español

De momento, España es uno de los pocos países europeos que no corre peligro. Montmeló es una excepción entre los grandes premios europeos porque da beneficios. Valencia, con el circuito de Cheste, aspira a albergar algún día una carrera del Mundial de Fómula 1, y entretanto, se están construyendo circuitos en Madrid, Bilbao -éste sería urbano- y Alcañiz (Teruel).

Queda claro que el fenómeno Alonso ha convertido a España en uno de los grandes mercados para la Fórmula 1. No en vano, Telecinco, la cadena con los derechos del Mundial para España, registró el año pasado una audiencia media de seis millones de espectadores por carrera, lo que le permitió ser el canal televisivo español más visto en 2006.

Los patrocinadores que más gastan

Malboro Ferrari135 millones
VodafoneMcLaren60 millones
INGRenault42 millones
PetronasBMW32 millones
ShellFerrari30 millones
Mobil1McLaren30 millones
AT&TWilliams24,5 millones
PanasonicToyota24,5 millones
InterBMW-Sauber24,5 millones

Revista F1 Racing / elEconomista

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