
Cada ejercicio Emilio Botín cumple con una tradición. Con motivo de la junta de accionistas de Banco Santander, que se celebra al llegar el verano -normalmente en junio-, su presidente saca la bola de cristal y pronostica cuánto ganará la entidad ese ejercicio. En 2009, aseguró que la entidad conseguiría la misma cifra de ganancias que en 2008. Sin embargo, a la comunidad financiera le ha costado creerle.
De hecho, hasta finales de año no ajustó sus valoraciones hasta acercarse a las previsiones del propio presidente. Ahora sí consideran que la entidad cántabra será capaz de cerrar el año con una ganancia de 8.874 millones, cuando en marzo preveían 1.200 millones de euros menos de ganancias. Estas expectativas contrastan con las del conjunto del sector, cuyas cuentas podrían caer de media más de un 10%.
Con estas cifras, Santander vuelve a liderar el ranking del beneficio en el mundo del sector financiero por segundo año consecutivo. Si en el ejercicio anterior, que fue especialmente duro en las cuentas de las financieras, los dos grandes bancos españoles -BBVA y Santander- coparon el primer y el segundo puesto por resultados, en 2009 el banco cántabro volverá a ser el número uno, seguido muy de cerca por el británico Barclays, que tendrá unas ganancias de 8.858 millones de euros (ver gráfico adjunto).
Por su parte, BBVA se situará este año en el quinto lugar, ya que le adelantarán Barclays, JP Morgan, Wells Fargo y BNP Paribas.
Grandes desinversiones
Esta jugosa cuenta de resultados se debe, sobre todo, a una importante contención de costes a pesar de estar en plena integración de los bancos británicos que ha adquirido en 2009 (A&L y B&B) y del estadounidense Sovereign. Además, su exposición en Brasil -en torno a un tercio del beneficio de la entidad procede de la región- le ha permitido tener un crecimiento de doble dígito, que compensa el débil comportamiento de España.
La disparidad entre las estimaciones de los analistas y las del propio banco se debía a que los expertos no podían prever que Santander iba a llevar una política tan intensa de desinversiones.
A lo largo del ejercicio hizo varias ventas en activos y participadas, que se van a traducir en plusvalías: se desprendió del 37% de Cepsa por 2.870 millones de euros, vendió al Estado de Venezuela su filial bancaria en el país por 748 millones de euros, sacó al mercado el 16% del banco de Brasil, con lo que obtuvo unas ganancias de 1.430 millones de euros, y también se desprendió del Centro Comercial Plenilunio y el Parque Empresarial de las Rozas, con los que logró más de 260 millones, y se deshizo del 5% de France Telecom España por 377 millones de euros.
Estas desinversiones han sido utilizadas, sobre todo, para incrementar sus ratios de capital y mantener más fuerte su balance ante la continuidad de la crisis crediticia. Y es que, por ejemplo, Ahorro Corporación considera que el máximo de morosidad se verá este año ocasionado por el deterioro de la calidad en el crédito a particulares tras el agotamiento de los subsidios de desempleo y la caída de la actividad real.
A pesar de esta situación, los expertos consideran que el banco cántabro será capaz de seguir capeando la situación e incluso ya estiman que podría cerrar este ejercicio con un beneficio neto de 9.377 millones de euros, que le colocaría por tercer ejercicio como la entidad con mayor resultado del mundo.
Con estas estimaciones, Santander sigue siendo una de las mayores apuestas de los expertos para este ejercicio a pesar de que en 2009 se apuntó un avance en el parqué del 71%. El consenso de mercado, que recoge FactSet, fija un precio objetivo de 13,16 euros, frente a los 11,89 euros a los que cerró ayer.