Su filial Cintra está en primera posición para adjudicarse el miércoles la vía rápida SH121. El grupo español es socio del Gobierno para desarrollar el plan de infraestructuras norte-sur
Ferrovial ha encontrado verdadero petróleo en Texas. La compañía presidida por Rafael del Pino entró por la puerta grande en 2005, cuando su filial de autopistas, Cintra, fue elegida socio estratégico del Gobierno para desarrollar el corredor de transporte que atravesará el Estado de norte a sur, a lo largo de 1.300 kilómetros.
Desde entonces, el grupo tiene en sus manos el mayor plan de infraestructuras promovido en Estados Unidos en 50 años, desde que se creó la red de autopistas interestatales. El proyecto, conocido como TTC-35, o Trans Texas Corridor, representando una inversión total de entre 29.000 y 36.700 millones de dólares (entre 22.000 y 28.000 millones de euros) durante 50 años.
Los primeros 1.300 millones ya tienen dueño: Cintra. El pasado junio, la concesionaria se adjudicó los segmentos 5 y 6 de la autopista SH130, de 40 millas de longitud (64 km), entre San Antonio y el norte de Austin.
La segunda autopista de peaje en liza del Trans Texas Corridor es la SH121, valorada entre 2.000 y 2.500 millones de dólares (1.500 y 1.900 millones de euros). Una auténtica joya, al menos desde el punto de vista de la inversión, que también está a punto de caer en las redes de Cintra. Según fuentes cercanas al proceso, la compañía española es favorita para adjudicarse el contrato. Una decisión que deberá tomar este miércoles la Comisión de Transporte de Texas, a partir de la propuesta del Departamento de Transporte (TxDOT ).
Consultado sobre su papel de favorito, un portavoz de la compañía española se limitó a recordar que el elegido se conocerá el próximo miércoles. Pero, si se cumplen las previsiones, pasado mañana, la filial de Ferrovial será elegida adjudicataria provisional de la autopista, cuya longitud ronda los 42 kilómetros.
Cinco proyectos
Cuando Cintra fue elegida socio estratégico para el Trans Texas Corridos, la concesionaria ya anunció que aspiraba a adjudicarse cinco proyectos, por valor de 6.000 millones de dólares. Según estas previsiones, la filial de Ferrovial habrá alcanzado la mitad de su objetivo, desde el punto de vista de la inversión, si finalmente se alza con la autopista SH121, como señalan fuentes cercanas al proceso.
Entonces, Ferrovial también advirtió que los proyectos objeto de su deseo debían incluir el diseño, la construcción, la financiación, el mantenimiento y la operación de la infraestructura. Condiciones que cumple la SH121.
Pero los planes del grupo controlado por la familia Del Pino van mucho más allá de Texas. El pasado miércoles, Cintra reconoció tener el punto de mira 40 proyectos que, en conjunto, superan los 72.000 millones de euros de inversión. Gran parte de ellos están localizados en Estados Unidos y Canadá, mercados considerados estratégicos por la empresa española.
Aeropuertos también
Pero los intereses de Ferrovial y Cintra en Estados Unidos no se ciñen a las autopistas. Aparcamientos y aeropuertos también figuran en su lista de prioridades. De hecho, la constructora está ya trabajando en la anunciada privatización de Midway, el segundo aeródromo de Chicago. Como adelantó elEconomista el pasado mes de noviembre, Ferrovial lleva meses trabajando en la futura venta de esta infraestructura, que también ha llamado la atención de otros grupos españoles, como Abertis y Sacyr Vallehermoso. Además, la constructora española ha empezado a tomar posiciones en el aeropuerto de Milwaukee, bautizado como General Mitchell International Airport y cuya posible privatización también ha empezado a moverse en los últimos meses al otro lado del Atlántico.