Repsol YPF no venderá activos por razones "externas" a la compañía, según su presidente, Antonio Brufau, quien subrayó que el Plan Estratégico de la petrolera para 2008-2012, que prevé desinversiones por valor de 6.000 millones de euros, fue aprobado por unanimidad por el consejo de administración cuyos miembros "nunca lo han puesto en duda".
"El plan es la Biblia", aseveró Brufau, que subrayó que una compañía como Repsol tiene que cumplir su plan estratégico, aunque este pueda sufrir variaciones para adaptarse al contexto económico.
Añadió que ningún miembro del Consejo ha puesto nunca en duda el Plan, como tampoco ha dicho nada respecto al dividendo a repartir este año por la compañía, cuyos beneficios se han reducido a la mitad hasta septiembre.
Explicó que el dividendo con cargo a 2009 podría ser fijado por el Consejo de Administración de diciembre y señaló que, en su opinión, debe ser el ajustado a la "razonabilidad financiera".
En un encuentro con periodistas, el presidente de Repsol se refirió así a las informaciones que apuntan a que el principal socio de la petrolera, Sacyr Vallehermoso (20%), exige la venta activos o que se mantenga el dividendo para rentabilizar la compañía.
"Me gustaría que todos nuestros accionistas estuvieran en el mejor de los mundos en todas sus facetas", apuntó Brufau, que señaló que el plan fijó unas desinversiones de 6.000 millones de euros en activos no estratégicos de las que ya se han materializado más de la mitad con la venta del 15 por ciento de YPF, de la Torre Repsol y de parte de CLH, entre otros.
Explicó que la venta de activos debe basarse en criterios empresariales "sensatos" y no debe obedecer a razones "externas" a la compañía.
Apuntó que las desinversiones deben hacerse cuando los activos dejan de ser rentables, cuando no se puede hacer frente al programa de financiación o cuando se quiere comprar otros activos, casos que ahora no se dan en Repsol.
Entre los futuras desinversiones, Repsol mantiene su intención de desprenderse de parte de YPF, ya sea con una salida a bolsa o con la venta directa a alguna compañía, según Brufau, que apuntó que no están dispuestos a "malvender" esta participación .
En cuanto a Gas Natural, de la que controla el 30 por ciento, afirmó que no tienen intención de salir de la gasista porque sigue siendo una inversión "líquida" que está cumpliendo con todos los objetivos que le pidió el Consejo de Administración.
Entre los ajustes que ha sufrido el plan debido a la crisis, Brufau destacó que la compañía rebajará en 600 millones el coste las inversiones de 9.300 millones de euros previstas para el área de Exploración, que está teniendo más éxito de lo previsto con menos dinero.
En cuanto al objetivo previsto de triplicar el beneficio neto en 2012 respecto a 2008, reconoció que si la situación económica se mantiene tan "plana" como en la actualidad no podrán cumplirlo.
Sin embargo, si los precios del crudo y los márgenes de refino se normalizan incluso podrían mejorarlos gracias al recorte de gastos, que este año será de 1.500 millones de euros.
Por otra parte, Brufau defendió la decisión de aplazar el proyecto de la petroquímica portuguesa de Sines (850 millones), así como la de seguir adelante con la ampliación y modernización de la refinería de Cartagena (3.200 millones).
Aseguró que, con los actuales márgenes, la refinería arroja una pérdida de 2 dólares por barril de petróleo transformado, mientras que en el futuro ganará 4 dólares por barril en un escenario como el actual, al que definió como el "peor de los mundos".