Empresas y finanzas

'CCM S.A.': la primera caja privatizada

La compleja operación de Cajastur supone que, en un movimiento sin precedentes, se separen los negocios de la manchega y que un banco se convierta en el dueño de una caja

El Banco de España ha abierto el melón de la privatización de las cajas de ahorros. La adjudicación de Caja Castilla-La Mancha (CCM) supone el punto de partida de un polémico proceso que ya no tiene marcha atrás.

Aún hay muchas dudas sobre la ingeniería empleada para que Cajastur absorba a la manchega en los próximos meses, pero lo que parece claro es que esta última dejará de ser una entidad con un régimen especial para convertirse en una firma privada, CCM S.A., dependiente de una caja. Esto significa que en el momento en que la institución que preside Manuel Menéndez quiera deshacerse de estos activos, podrá hacerlo. Es similar a Banco Valencia, filial de Bancaja o Banco Guipuzcoano, participado por las cajas vascas.

Esto es así, porque el negocio financiero de CCM se traspasará a Banco Liberta, una entidad de titularidad privada (que tiene acciones), propiedad de Cajastur en un 75 por ciento y de una Fundación, la de CCM, en un 25 por ciento.

La polémica sobre la privatización de la entidad está servida. Los primeros que han levantado la voz son los sindicatos, fieles defensores del mantenimiento de la singularidad jurídica de las cajas de ahorros.

UGT criticaba ayer la actitud del Banco de España, reclamaba transparencia y ponía el acento en el diseño de la integración, ya que, a su juicio, "no garantiza la continuidad de Caja Castilla-La Mancha, ni la permanencia de su obra social".

El sindicato resaltó que la fórmula utilizada "tiene muchas semejanzas con las adoptados en otros países europeos que han llevado a la desaparición o privatización de las cajas". "Con lo conocido hasta ahora, la propia naturaleza jurídica de CCM se vería cuestionada", sentenció en un comunicado.

Ante la posibilidad de que existan nuevas intervenciones y tras haberse agotado el patrimonio con el que contaba el FGD, las futuras operaciones de reestructuración del sector se harían con cargo al fondo de rescate. Este mecanismo abre la posibilidad de que, en determinados supuestos, una caja pueda ser adjudicada a un banco.

La fundación, que en un principio se hará cargo de las participaciones industriales del grupo manchego, será el vehículo que articulará proyectos de la obra social en Castilla-La Mancha. ¿Con qué dinero? Con la aportación que realice Liberta, mediante dividendos, por su representación.

¿Por qué será dueño de una parte del banco resultante? Esta institución tendrá derecho al 25 por ciento del capital gracias a la aportación que realice para elevar la solvencia a los niveles exigidos para operar, gracias a la ayuda de 1.300 millones del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de las cajas. Es la inyección que servirá a Cajastur para hacerse cargo de los activos financieros (créditos, depósitos, clientes, etc.) de la manchega.

Además, la asturiana se ha garantizado un seguro de 2.475 millones con cargo al FGD para eventuales deterioros como consecuencia del previsible repunte de la morosidad. Ya ha detectado algunos riesgos que podrían suponerle un quebranto.

Los 1.300 millones se instrumentalizarán a través de la emisión de cuotas participativas por 900 millones y otra de participaciones preferentes por los 400 restantes por parte de la fundación, que se quedará con los activos 'malos' del todavía grupo CCM.

Liquidación del holding

Estos activos se liquidarán en los próximos años. Para ello, según han indicado fuentes de toda solvencia, el Banco de España ha pedido a Cajastur que nombre un gestor de manera provisional, ya que una vez que se segrege la manchega, el supervisor dejará de administrar la entidad.

El objetivo de liquidación no es otra que poder aprovechar la venta de activos buenos para compensar las pérdidas que generan los deteriorados, sobre todo relacionados con el sector inmobiliario, y poder hacer frente a los cupones de las preferentes y reparto de beneficios para los cuotapartícipes, que no serán otros que el Fondo de Garantía de las cajas. Entre los activos se encuentra el 37 por ciento del Aeropuerto de Ciudad Real, el 0,7 por ciento de Iberdrola, el 12,5 por ciento de Isolux Corsán, el 5 por ciento de García Carrión o el 12 por ciento de Reino Don Quijote.

No obstante, la fundación contará en su haber con el dividendo que le reportará el nuevo Banco Liberta-CCM, cuyo nombre jurídica aún se desconoce. Cuántos mayores ingresos se obtenga por la venta de las participaciones, mayor será también la capacidad inversora en proyectos sociales, que será el único fin de esa institución.

Lo que sí parece claro es la denominación comercial. Según aclaró esta semana el presidente de la manchega, Xabier Alkorta, la marca del grupo bancario resultante será Banco CCM, debido a un pacto alcanzado con los directivos de la caja asturiana.

La plantilla

Otra de las grandes incógnitas es qué pasará, entonces, con la plantilla de CCM. La actual dirección de la caja manchega quiso trasmitir tranquilidad a la opinión pública al indicar que, a través de la fórmula de integración propuesta por Cajastur, se permite que el personal del negocio bancario de CCM pase a formar parte del banco. ¿Quiere decir que se mantendrá la totalidad del empleo? No, de hecho, los directivos de la caja manchega aseguraban que dentro de las diversas reuniones que habían mantenido en las 36 primeras horas, éste fue uno de los temas a tratar.

"Se protege la masa laboral mucho mejor" aseguraba el actual director general de la entidad manchega, Gorka Barrondo, que quiso trasladar la idea de que con esta operación "creamos un banco propiedad de dos cajas".

¿Es eso exactamente? Se crea un banco y se mantienen dos cajas, aunque una de ellas sólo como Fundación. Sin embargo, de aquel encuentro con la prensa parecía desprenderse que el proyecto de integración había sido diseñado por el propio Lampedusa al ofrecerse una imagen de que todo había cambiado para seguir igual.

"Vamos a mantener todos los elementos actuales", aseguraba el actual presidente de la entidad manchega para justificar después que se continúa con la red actual, con los empleados y con los mismo servicios. Pero no queda ahí la cosa, por el hecho de tener a Cajastur como socio, permitirá a la manchega mejorar su rating, acceder a los mercados internacionales de capital y mejorar la solvencia de la entidad. Una entidad que mantiene su obra social, su Corporación Industrial y continuará desarrollando el plan de negocio.

"CCM pasa de ser una entidad intervenida por el Banco de España a ser un banco regional propiedad de dos cajas" resumió Alkorta. Por tanto, ¿dónde habría que encuadrarla? ¿en la asociación bancaria? ¿en la confederación de cajas? Esa pregunta se quedó sin respuesta.

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